Se tomó en la Sierra de San Jorge la finca de la refinería.
Los elementos –el agua, el aire, el viento, el frío- fueron bien
recibidos como compañeros naturales del invierno en la Sierra de San
Jorge, añadiendo poesía y su pizca de épica a lo que fue un momento
emocionante e histórico.
Convocados por la Plataforma Ciudadana Refinería NO, modelo de
tenacidad, de compromiso, y de lucha social honesta y poderosa, una
multicolor, pacífica y festiva multitud realizó este sábado 13 de
diciembre una toma temporal y simbólica de la finca del Grupo Gallardo
en la Sierra de San Jorge, en el corazón fértil de Extremadura y en
cuyas faldas se pretende construir una refinería de petróleos pesados.
Apoderándonos de su aire, su agua y su suelo, allí se plantaron
encinas que son y serán pasado, presente y futuro de esta tierra, se
saltaron lindes que son fronteras, las voces volvieron a decir que no
queremos la refinería y se alzó al viento húmedo de poniente el arma
de la poesía para reividicar, contra la sinrazón, la codicia y la
prepotencia, que el aire es nuestro.
El aire limpio y las aguas puras…
La antigua Vía de la Plata, vertebradora del territorio extremeño a lo
largo de su historia transcurre por medio de la finca de San Jorge.
Fue de nuevo transitada por las embarradas botas de cientos de
hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños de toda edad y condición :
agricultores de esas mismas tierras de barro rojo, vecinos de la
comarca, ciudadanos de Andalucía, de Portugal, de todos los rincones
de Extremadura, también alguno de lejanos rincones de Europa. Se
dieron cita militantes de todas las organizaciones ecologistas, de una
extensa maraña de colectivos sociales y ciudadanos, de partidos y
organizaciones políticas de izquierda, de organizaciones agrarias y
vecinales, de sindicatos y grupos del espectro libertario, de
ciudadanos de a pie. La voz de un pueblo pacífico en lucha. Todos
conscientes de que una eventual evaluación positiva del proyecto por
parte del Ministerio de Industria y Medio Ambiente significará un
salto cualitativo en la lucha ciudadana contra la refinería y su
extensión y globalización, pero todos decididos a defender firmemente
otro modelo de desarrollo para esta tierra. El himno de Extremadura
reza : «…el aire limpio, las aguas, puras…».
El día anterior en rueda de prensa conjunta todas las principales
organizaciones ecologistas del Estado exigieron una evaluación
negativa del impacto ambiental y asumieron el compromiso de proyectar
a nivel estatal e internacional el contundente rechazo a uno de los
proyectos más delirantes y atentatorios contra el medio ambiente de la
España contemporánea.
Lucha contra el cambio climático : las palabras y los hechos.
El proyecto contempla la construcción de un oleoducto que atraviesa
los sensibles ecosistemas del suroeste peninsular. Las más de 80.000
alegaciones presentadas contra el proyecto, evidencian sin ningún
género de dudas una apuesta por el incremento excepcional de emisiones
de CO2, múltiples riesgos e impactos medioambientales, patrimoniales,
sanitarios, sociales y económicos negativos y graves, incertidumbres
sobre su viabilidad económica y carencias de seguridad. Una
declaración de impacto ambiental responsable y acorde con el espíritu
y la letra de los acuerdos y compromisos internacionales del Gobierno
de España, con la Justicia, con el sentir social y con sentido común
no puede ser sino negativa.
La toma de la finca supone un punto de inflexión en la estrategia de
la Plataforma Refinería NO, arropada por una amplia red social y
ciudadana, en un periplo de más de cinco años de contestación social
organizada, constante y contundente frente a un sólido muro de
intereses económicos, políticos, clientelares y de bloqueo mediático.
Todos los presentes valoraron de modo muy positivo el resultado.
No hubo incidente alguno. La Guardia Civil presente no impidió la acción.
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