La espiral de violencia que sacudió ayer Irak no parece remitir. Esta mañana, al menos 16 personas han muerto y otras 13 han resultado heridas por los disparos de artillería y de la aviación estadounidense en la ciudad rebelde suní de Faluya, situada al oeste de Bagdad.
Entre los muertos hay mujeres y niños de corta edad, mientras que varios de los heridos se encuentran en estado muy grave, "entre la vida y la muerte", según un médico del hospital de la ciudad, citado por televisiones árabes.
La espiral de violencia que sacudió ayer Irak no parece remitir. Esta mañana, al menos 16 personas han muerto y otras 13 han resultado heridas por los disparos de artillería y de la aviación estadounidense en la ciudad rebelde suní de Faluya, situada al oeste de Bagdad.
Entre los muertos hay mujeres y niños de corta edad, mientras que varios de los heridos se encuentran en estado muy grave, «entre la vida y la muerte», según un médico del hospital de la ciudad, citado por televisiones árabes.
El ministerio de Sanidad ha elevado a 20 la cifra de fallecidos. Uno de los habitantes de esta ciudad de mayoría suní, ubicada a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad, dijo que los cazabombarderos contaron con el apoyo de baterías de artillería colocadas en el extrarradio.
El mando militar estadounidense asegura en un comunicado que los ataques van dirigidos contra los fieles al jordano Abú Musab al Zarqaui, al que Estados Unidos considera el líder de Al Qaeda en Irak y máximo responsable de los atentados contra las tropas extranjeras. Varias agencias dicen que uno de los misiles estadounidenses ha alcanzado una ambulancia, matando a su conductor y a sus seis ocupantes. La coalición, a través de un portavoz, ha rechazado este extremo.
Más de 100 muertos
El castigo aéreo sobre Faluya supone la continuación de la escalada de violencia que sacudió ayer Irak, y que segó la vida de 110 personas, según fuentes del Ministerio de Sanidad. Sólo en Bagdad, 37 personas perdieron la vida en una jornada de intensos bombardeos insurgentes, coches bomba y combates callejeros en el centro de la capital.
Otras 22 personas murieron en otros puntos de Bagdad, en especial en el denominado «triángulo suní», zona de combate al noroeste de Bagdad en la que la insurgencia se enfrenta a los marines estadounidenses. Diez personas habrían perdido la vida en combates en la ciudad de Ramadi, una de las más conflictivas del triángulo suní, informaron ayer fuentes médicas.
También ayer, en la ciudad meridional de Hila, tres soldados polacos murieron en una emboscada, lo que eleva a 13 el número de uniformados de ese país europeo fallecidos en Irak desde que en marzo de 2003 comenzara la invasión y posterior ocupación de estepaís.