En esta ocasión, el escritor argentino Ernesto Mallo visitará la librería Traficantes de Sueños presentando su novela "Los hombres te han hecho mal."

La suerte y la vida quieren que una nueva misión encuentre jubilado al comisario Lascano –el “Perro”, como lo conocen en la fuerza y también en el hampa. Sin embargo, lejos de la calma del retiro forzado, su vuelta al ruedo no le dará paz: debe encontrar a una menor que ha desaparecido sin dejar rastros en Mar del Plata. No se trata de una víctima más: es la nieta de una prima de Lascano cuya madre apareció asesinada de manera salvaje en un descampado de la Ciudad Feliz.

La suerte y la vida quieren que una nueva misión encuentre jubilado al comisario Lascano –el “Perro”, como lo conocen en la fuerza y también en el hampa. Sin embargo, lejos de la calma del retiro forzado, su vuelta al ruedo no le dará paz: debe encontrar a una menor que ha desaparecido sin dejar rastros en Mar del Plata. No se trata de una víctima más: es la nieta de una prima de Lascano cuya madre apareció asesinada de manera salvaje en un descampado de la Ciudad Feliz. Los hilos de la trama lo llevarán directamente al submundo de la trata de mujeres para la prostitución, a una compleja red delictiva que involucra a las más altas esferas del poder político con el narcotráfico y los sectores más corrompidos de la bonaerense.

La presentación de la novela tendrá lugar en la librería Traficantes de Sueños (C/. Embajadores 35, local 6)

«Nací demasiado joven y sin la debida preparación para enfrentar a este mundo. A la edad de seis me vi forzado a abandonar mi educación para asistir a la escuela. Esa experiencia me enseñó las virtudes de la autodidactia, la vida me enseñó sus pesares. No pertenezco a ninguna asociación, partido político, confesión religiosa, club o trenza ya que, como Groucho, jamás aceptaría pertenecer a un club que me admita a mí como socio. A los veinte pensé que era mi deber cambiar el mundo. Lo cambié, es éste, disculpe.

Destruí varios matrimonios que me dejaron la módica suma de seis hijos que, con todo y a pesar de todo, siguen siendo mi obra más acabada. La vocación por la literatura se me despertó muy temprano, provocándome desde entonces dificultades para dormir. En realidad esta actividad, que algún psicoanalista diagnosticó como una necesidad compulsiva de llenar hojas con la intención de que no queden más papeles en blanco, es el más eficaz salvavidas que he podido conseguir.

A una edad que debería ser respetable me queda la improbable gloria de haber sobrevivido a mis padres, a la sinrazón del mundo, a las sustancias prohibidas, a mi propia estupidez, a los gobiernos militares, a los gobiernos civiles y, hasta el momento, a la globalización, aunque no sé cuánto pueda llegar a aguantarla. Maestros tuve: Elsa Osorio, G.B. Shaw, el Gabo, que aunque no lo sepa me debe parte del éxito de «100 años..», Vicente Ninno, Cortázar, Italo Calvino (sobre todo Italo Calvino), Monterroso, Groucho Marx, Poe por supuesto, Hawthorne y Chaplin entre muchos otros que no nombro por pereza. Ya que estamos: la pereza es mi peor debilidad pero la compenso careciendo de envidia.

La dicha y la desgracia han llamado a mi puerta con igual insistencia, de la primera aprendí lo efímero que es todo, de la segunda que no he aprendido a vivir sin amor.»

Ernesto Mallo

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