EL 14 DE ABRIL DE 1931 España recibió festivamente la nueva República. La inmensa mayoría del entorno libertario no fue ajena a esa ola de ilusión abierta por el nuevo orden político. Sin embargo, desde el comienzo, los ministros socialistas llevaron a cabo una política anticenetista tratando de cercenar el poder de una Confederación en ascenso. La labor de Largo Caballero en el Ministerio de Trabajo, la preocupación por el «orden público» y la fallida reforma agraria fueron algunas de las frustraciones con las que se encontraron aquellos anarquistas que habían puesto sus esperanzas en el nuevo régimen.
Así comenzaron los primeros choques entre la República y los anarquistas, enfrentamientos que comenzaron con huelgas y movilizaciones para desembocar después en un ciclo insurreccional que terminó por desgastar al Gobierno del primer bienio. Los libertarios, convencidos de representar al pueblo español, se sabían divididos entre aquellos que desde los inicios del régimen habían planteado una lucha abierta contra el sistema y aquellos que se sentían defraudados por éste. Sentían que ellos habían propiciado la caída de la Dictadura de Primo de Rivera y que por ello la República había contraído una deuda que debería liquidar implantando un régimen más social. Surgieron así diversos proyectos alternativos al republicanismo burgués que llegaron a ser realidades durante la guerra civil.
Jueves 20 de abril· 19:00 horas
c/Alenza 13 (metro Ríos Rosas / Cuatro Caminos)
Fuente: Ateneo Libertario La Idea
