Somos más de un millón de personas inmigrantes que nos encontramos sin papeles, sometidos a durísimas condiciones de trabajo y a constante persecución. Una Ley de Extranjería tan injusta como racista, nos condena a permanecer indocumentados.
Hemos venido a trabajar y a vivir dignamente, porque en nuestros países esto no es posible. El capitalismo global y las multinacionales se apropian de los recursos naturales de la tierra y privatizan las empresas públicas de nuestros países de origen. Ellos pueden circular libremente por todo el planeta y no dudan en generar guerras y genocidios para asegurarse sus privilegios.
MANIFESTACIÓN
DOMINGO 4 DE JULIO A LAS 12 H
ATOCHA-BENAVENTE-SOL
Somos más de un millón de personas inmigrantes que nos encontramos sin papeles, sometidos a durísimas condiciones de trabajo y a constante persecución. Una Ley de Extranjería tan injusta como racista, nos condena a permanecer indocumentados.
Hemos venido a trabajar y a vivir dignamente, porque en nuestros países esto no es posible. El capitalismo global y las multinacionales se apropian de los recursos naturales de la tierra y privatizan las empresas públicas de nuestros países de origen. Ellos pueden circular libremente por todo el planeta y no dudan en generar guerras y genocidios para asegurarse sus privilegios.
MANIFESTACIÓN
DOMINGO 4 DE JULIO A LAS 12 H
ATOCHA-BENAVENTE-SOL
¡DEBEMOS MOVILIZARNOS ! Esta es la única manera de que las personas trabajadoras consigan sus derechos. ¡No somos ilegales !
Ilegal es la riqueza cada vez más grande que acumulan unos pocos obligándonos a emigrar. Ilegal es la explotación y el abuso que sufrimos las mujeres que venimos de otros lados. El empresariado español intenta dividir a los inmigrantes del resto de los trabajadores y trabajadoras de este país. El trabajo precario, los salarios bajos, el cierre o privatización de empresas responde solo a la ambición de mayores ganancias. ¡La solidaridad es cuestión de principios !
MANIFIESTO DE APOYO A LOS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS DE BARCELONA
En el 2001 eran quinientos mil, tres años después más de un millón de personas inmigrantes indocumentadas residen en España. Los números esconden seres humanos, historias, marginación, esfuerzo y en demasiados casos, tragedias. Una ley racista que choca frontalmente contra la Declaración Universal de los Derechos Humanos hace que cada vez más personas se escondan por miedo a la expulsión o a la cárcel, ya que carecen de los más mínimos derechos de ciudadanía ; el asilo en España es algo en lo que cualquier víctima de la guerra en todo el mundo ni siquiera piensa.
En Barcelona miles de inmigrantes se manifiestan todos los días contra una situación legal que perpetúa viejas políticas colonialistas y esclavistas de las que Europa aún no ha escapado. La concentración de la riqueza por parte de las multinacionales, muchas de ellas españolas ha hecho que una parte del mundo sea mucho más pobre y otra mucho más rica, obligando a millones de personas a salir de sus países de origen, haciendo del viaje la única tabla de salvación. Casi a diario mueren o desaparecen personas intentando cruzar el Estrecho. Las inmigrantes son particularmente explotadas y abusadas por su condición de mujeres.
L@s compañeros que se encerraron entre el 4 y el 5 de junio en Barcelona fueron reprimidos brutalmente por la policía ; varios están en peligro de ser expulsados del país. Mientras tanto, la clase política española tranquiliza su conciencia jactándose de haber cambiado de gobierno, cuando el abismo que separa la España oficial de la España real va volviéndose cada vez más profundo.
Madrid ya no puede ser testigo de todo esto y debe salir a las calles. La Ley de Extranjería beneficia únicamente al empresariado, que la utiliza como excusa para bajar los salarios y precarizar el empleo. Estos grupos de poder culpabilizan a los inmigrantes, convirtiéndolos en chivos expiatorios del deterioro de los servicios públicos y de la inseguridad ciudadana, justificando de esta manera la represión y el control policial.
Así como l@s inmigrantes necesitan venir a trabajar, España también necesita a l@s inmigrantes. No hay una invasión. Hay más de un millón de trabajador@s que han sido obligados a salir de sus países por la miseria, causada por el robo de los recursos naturales y la privatización de las empresas públicas, hoy en mano de las multinacionales. Por eso creemos que pedir papeles para ese millón de trabajadores no es una utopía ni una solución descabellada, sino algo que corresponde por justicia. L@s trabajadores españoles deben recordar que a lo largo de los siglos han emigrado a diversos países buscando mejores condiciones de vida, y que ahora, que por primera vez en su historia, cuando España recibe tal flujo de inmigración, la solidaridad es una cuestión de principios.
Por todas estas razones Madrid debe manifestarse en un solo grito el domingo 4 de julio y exigir :
ASAMBLEA POR LA REGULARIZACION SIN CONDICIONES-MADRID (JUNIO 2004)
