Desde que los trabajadores de Cauchos Karey votaran mayoritariamente la candidatura de CGT en las elecciones sindicales de febrero de 2008, con la consiguiente renovación del Comité de Empresa en marzo del mismo año, los tres delegados de CGT han venido sufriendo las iras de la empresa, disgustada por la elección de un Comité poco manejable. La dirección ha puesto todos los medios a su alcance, en una escalada que ha culminado con el despido de Iván, para impedir que los representantes legales de los trabajadores puedan ejercer sus funciones y competencias, claramente establecidos en el Estatuto de los Trabajadores.
En un primer momento, la dirección mostró su menosprecio hacia los nuevos delegados limitándose a no contestar sus escritos ni acceder a sus legítimas peticiones, sin respetar el Estatuto de los Trabajadores. A ello añadió peregrinas exigencias, como la de entregar el acta de las reuniones del Comité.
Tal y como hizo con los delegados de UGT en 2003, en cuanto los delegados hicieron uso de las horas sindicales que por ley les pertenecen, la empresa sancionó a los tres con 60 días de suspensión de empleo y sueldo, acusándoles sin pruebas de mal uso de las horas sindicales. Sanción que el Juzgado de lo Social nº 2 de Alicante ha revocado, sin posibilidad de recurso alguno contra la sentencia, en el caso de Israel Abellán, presidente del Comité y primer caso juzgado de las tres demandas planteadas.
Al reincorporarse al trabajo tras el cumplimiento de la sanción, la dirección inició el año 2009 con una nueva escalada de acoso contra ellos, obligándoles a continuos cambios de sección, de turno y de puestos de trabajo, etc., en un vano intento de quebrar su resistencia y atemorizarlos.
El 22 de abril, conocida ya la sentencia del Juzgado de lo Social revocando la sanción de 60 días de suspensión de empleo y sueldo de Israel, la dirección ha dado un paso adelante en su escalada de acoso y amedrantamiento, despidiendo a Iván Cusac, miembro del Comité y delegado de Prevención, injustamente acusado de “faltas de asistencia de carácter intermitente”, al tiempo que se niega a facilitar los índices de absentismo laboral de la empresa a los delegados.
Contra todo pronóstico, esta empresa que utiliza métodos del siglo XIX (que podemos calificar de terrorismo empresarial) en sus relaciones con los representantes legales de los trabajadores, que se niega por activa y por pasiva a cumplir el Estatuto de los Trabajadores, a informar y consultar con los delegados libremente elegidos por los trabajadores, es uno de los patronos y entidad colaboradora de la Fundación Empresa Universidad de Alicante (FUNDEUN), y su gerente es miembro del Rotary Club.
Por todo lo anterior, CGT ha convocado una concentración a las puertas de la empresa este martes, 19 de mayo, a las 12:30, en el km 8 de la carretera San Vicente-Agost, para exigir la readmisión de Iván y mostrar nuestro rechazo al acoso que sufren nuestros delegados, representantes mayoritarios de los trabajadores.
Si nos tocan a un@, nos tocan a tod@s
Fuente: CGT ALICANTE