CONCENTRACION MIERCOLES 27 DE ENERO A LAS 19 HORAS

FRENTE AL CONSULADO DE TURQUIA DE BARCELONA (Passeig de Gràcia 7)

En verano de 2014 empezó el asedio a la ciudad de Kobanê. Durante cuatro meses y medio, la ciudad en el norte de Siria fue atacada por Daesh (ISIS por sus siglas en inglés), pero las guerrillas kurdas les hicieron frente con una premisa muy clara: no pasarán. El 26 de enero de 2015, después de 134 días de resistencia, las YPG/YPJ anunciaron su liberación del asedio de Daesh. Kobanê se convirtió así en un símbolo de la resistencia contra las fuerzas yihadistas, un baluarte de libertad en medio del caos y la destrucción de la guerra de Siria.

En verano de 2014 empezó el asedio a la ciudad de Kobanê. Durante cuatro meses y medio, la ciudad en el norte de Siria fue atacada por Daesh (ISIS por sus siglas en inglés), pero las guerrillas kurdas les hicieron frente con una premisa muy clara: no pasarán. El 26 de enero de 2015, después de 134 días de resistencia, las YPG/YPJ anunciaron su liberación del asedio de Daesh. Kobanê se convirtió así en un símbolo de la resistencia contra las fuerzas yihadistas, un baluarte de libertad en medio del caos y la destrucción de la guerra de Siria. Dicha victoria desató un creciente interés en todo el mundo por Rojava, aunque el proyecto de democracia radical que allí se desarrolla había empezado antes, mucho antes incluso de la declaración de autonomía anunciada el 19 de julio del 2012 por los kurdos con respecto al régimen sirio de Al-Assad.

En las montañas del Kurdistán llevan décadas, sino siglos, luchando por conseguir una vida más justa para un pueblo que vive tradicionalmente oprimido. La división de su territorio natural en 4 Estados (Turquía, Irán, Iraq y Siria) a manos de Occidente, dibujó unas fronteras cuyo objetivo era mantener el control por parte de los Estados imperialistas, sin tener en cuenta las consecuencias para la población. Su identidad les fue negada, su cultura reprimida y su dignidad pisoteada. Aun así (o quizás precisamente por eso) fueron capaces de generar un movimiento social y un proyecto político que no pueden ser ignorados. Sus duras críticas al imperialismo y al capitalismo, la crueldad de los regímenes que los han reprimido y la experiencia de una organización revolucionaria como el PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistan) con casi 40 años de historia, les ha llevado a desarrollar un nuevo paradigma político, inspirado en la Ecología Social y el Municipalismo Libertario de Murray Bookchin, entre otros. La búsqueda de autonomía y la construcción de una estructura social de abajo a arriba, donde las comunas y consejos territoriales son la base de un proyecto revolucionario de transformación social, está rompiendo moldes tanto en Oriente Medio como en el mundo entero.

Hay mucho que aprender de esta extraordinaria lucha, ha sido capaz de reconducir sus esfuerzos y estrategias incluyendo una amplia mayoría social. Diversas estructuras han catalizado un proceso revolucionario persiguiendo la democracia horizontal, la igualdad de género y la sostenibilidad del medio ambiente. Su amplio apoyo popular se cristaliza en las miles de comunas, asambleas y organizaciones que conforman este proyecto. Entienden que la liberación de la mujer debe ser una prioridad en todos los aspectos de la sociedad, buscando alejarse así de las estructuras patriarcales de dominación que nos imponen los modelos de estado-nación. El compromiso con el territorio fraguado en las montañas, se vincula con la lucha ecologista y el respeto por el medio ambiente. En oposición al sistema de producción capitalista, proponen una economía social basada en el apoyo mutuo y el cooperativismo. La organización en zonas autónomas brinda una oportunidad para crear modelos replicables a escala global, buscando así ampliar y compartir los aprendizajes de este experimento político. Y es en Rojava, en la Siria que vive la masacre y el autoritarismo de Daesh, donde se busca llevar al terreno práctico un marco teórico que, en el occidente del del siglo XXI, parecía relegada a la utopía. Nos demuestran así que otro mundo es posible, un mundo donde quepan muchos mundos, un mundo construido dia a dia desde la praxis.

Turquia, el aparente estado democrático, responde militarmente. Bajo pretexto de combatir el terrorismo, se inició una sangrienta campaña contra el movimiento kurdo; bombardeos, atentados, toques de queda, cientos de civiles han perdido la vida en los últimos meses, y ante la necesidad de autodefenderse la población han acelerado la creación de unidades de defensa civil. El Movimiento de Liberación de Kurdistán trabaja para lograr un proceso de paz y una solución política del conflicto, pero no duda en tomar las medidas necesarias para defenderse de la ocupación militar y los asesinatos indiscriminados y las masacres del estado turco, promoviendo otro de los pilares fundamentales del movimiento: el derecho a la Autodefensa.

Consideramos necesario apoyar la lucha de los pueblos de Kurdistán, creando una red de solidaridad que permita reforzar los procesos que se están viviendo y que se respeten los derechos humanos. Muchos colectivos y organizaciones vemos en esta lucha una oportunidad para aprender, compartir, y unir esfuerzos para crear una sociedad mejor. Los procesos revolucionarios que se están viviendo son una llamada a la solidaridad internacional. El Confederalismo Democrático es una propuesta capaz de marcar una diferencia ante el panorama político venidero, pero para eso necesita crecer y consolidarse.

LIBERTAD PRESOS POLITICOS

BASTA DE REPRESION AL PUEBLO KURDO Y SUS ORGANIZACIONES

 

 

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Fuente: CGT-Barcelona y Azadi