La ciudadanía valenciana unida contra los recortes y por una verdadera democracia. El poder de las élites financieras y empresariales ha impuesto a los gobiernos de la periferia de la Unión Europea, entre ellos al gobierno de España, la aplicación de brutales políticas socioeconómicas dirigidas contra la mayoría de la sociedad.

Asimismo, pretenden que la ciudadanía asuma el pago de un deuda ilegítima que el mismo sistema financiero ha generado con enormes operaciones especulativas que, junto a una corrupción empresarial y política sin precedentes, nos está vertiendo a la pérdida de legitimidad de las instituciones y causante la mayor crisis de la democracia de las últimas décadas.

Asimismo, pretenden que la ciudadanía asuma el pago de un deuda ilegítima que el mismo sistema financiero ha generado con enormes operaciones especulativas que, junto a una corrupción empresarial y política sin precedentes, nos está vertiendo a la pérdida de legitimidad de las instituciones y causante la mayor crisis de la democracia de las últimas décadas. La creciente desocupación, el ataque a los sistemas públicos de Sanidad, Educación y Servicios Sociales, a los derechos económicos y laborales y al medio ambiente, el olvido de las personas más empobrecidas, el desmantelamiento de los ayuntamientos, el marcado carácter centralizador, la implicación de las más altas instituciones del Estado -como el Gobierno, la Presidencia y la Casa Real- en casos de corrupción, la no depuración de responsabilidades ni políticas ni penales de los individuos implicados, nos ha hecho confluir en los calles, a través de grandes movilizaciones ciudadanas, defendiendo los nuestros derechos y dignidad como pueblo.

En el País Valenciano se da la circunstancia de que después de dieciocho años de gobierno de la Generalidad en manos del Partido Popular, nos encontramos en el furgón de cola en cuanto a derechos y libertades, a la hora que somos pioneros en despilfarro de los presupuestos públicos, en propuestas de ocio megalómanas y en una corrupción política sin parangón a Europa. En lugar de atender a las personas con discapacidad, en situación de dependencia, enfermos mentales, menores en situación de riesgo, mujeres víctimas de violencia, drogodependientes o personas en situación de pobreza extrema, el gobierno valenciano invierte en Tierra Mítica o Copa América, y en lugar de invertir en cooperación internacional para el desarrollo o integración de inmigrantes y minorías étnicas, los nuestros gobernantes invierten en el aeropuerto sin aviones de Castellón, en la Fórmula Y o en equipos de fútbol.

Hay alternativas, hay soluciones:

-Por las personas, la Justicia social y ambiental.

-Por la Transparencia y la Democracia participativa.

-En defensa de unos Servicios Públicos de Calidad y Universales.

-No debemos, no pagamos

El momento exige unir a todos los que desde hace un año vienen saliendo en las calles y plazas del país por detener la destrucción de la ocupación, la producción, los servicios públicos, los derechos de la juventud, de los trabajadores y de los pueblos.

Al deterioro de los valores democráticos básicos debido al aumento sangrando de las desigualdad se añade, en estos momentos, una inmensa desconfianza ciudadana hacia las instituciones políticas y económicas valencianas por los numerosos casos de corrupción -como el caso Blasco, Brugal, Noos/Undargarin, Gürtel (rama valenciana) , Emarsa, el caso Tierra Mítica, el caso IVEX, y 94 municipios con casos de irregularidades urbanísticas- que demuestran hasta cuál punto la misma está instalolada a la realidad valenciana.

Una sociedad justa y viable nada más será posible si la ciudadanía se une para defender los derechos sociales y laborales, la justicia social y la política honesta sobre los intereses del sector financiero y las grandes corporaciones multinacionales, representados hoy día por la renombrada troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).

La reforma del artículo 135 de la Constitución, sin consulta previa al pueblo soberano, supedita todos los recursos del Estado al pago de este deuda ilegítimo a costa de recortar todos los servicios públicos y de subastar a precio de saldo el patrimonio del Estado. Esta imposición, establecida en el renombrado Pacto Fiscal aprobado en el Consejo Europeo del 30 de enero de 2012, supuso un ‘golpe de estado silencioso por priorizar el pago del servicio del deuda frente a las obligaciones propias de un Estado Social y Democrático de Derecho.

En 1981, después del golpe militar, la ciudadanía se manifestó masivamente en defensa de la Libertad y la Democracia. Ahora, 32 años después, gritamos a toda la ciudadanía, a todas las mareas, asambleas, organizaciones, plataformas, asociaciones y cololectius a confluir en una jornada de movilización el próximo 23 de febrero.

– Por la Democracia, la Libertad y los Derechos sociales

– No a la corrupción

– Por el derecho al trabajo, no a la reforma laboral

– Contra el golpe de Estado del sistema financiero y de las grandes multinacionales

-Contra la deuda ilegilitima. No debemos, no pagamos

23F, todas las personas y todas las reivindicaciones JUNTAS

Texto extraído: www.cgtpv.org/23F-totes-les-persones-i-totes-les.html

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Fuente: CGT País Valencià i Múrcia