20 de noviembre de 2010 : la CGT hace un llamamiento a la movilización antifascista. EL FASCISMO Y EL RACISMO SON HIJOS DEL CAPITALISMO

20 de noviembre de 2010 : la CGT hace un llamamiento a la movilización antifascista. EL FASCISMO Y EL RACISMO SON HIJOS DEL CAPITALISMO

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Comunicado de la CGT de Cataluña :

20 de noviembre de 2010 : la CGT hace un llamamiento a la movilización antifascista

EL FASCISMO Y EL RACISMO SON HIJOS DEL CAPITALISMO

Nos encontramos en un contexto en que los mensajes y las propuestas de carácter racista y xenófobo se van extendiendo, por un lado entre los partidos del arco parlamentario, el PP de forma especial pero también en sectores de otras fuerzas políticas, y por el otro entre partidos emergentes de carácter claramente ultraderechista como Plataforma per Catalunya, que intentan aglutinar los diferentes sectores de la extrema derecha que hasta ahora tenían un papel totalmente marginal.

Europa se está derechizando, y nuestro país no es una excepción. Por eso este 20-N es especialmente importante movilizarnos, hay que recuperar la calle y mostrar nuestro rechazo frontal al fascismo y a las diferentes formas de autoritarismo. En primer lugar por una cuestión de historia, de recuperar y defender nuestra memoria anticapitalista, de homenajear y recordar a todas aquellas personas que han luchado contra el fascismo y el capital.

La dictadura fascista de Franco fue un régimen de opresión que coartaba las libertades individuales y colectivas, explotando y sometiendo a toda la población. No debemos olvidar que este tipo de regímenes, como sucedió en Alemania o Italia, fueron formas que adoptó el capitalismo en épocas concretas en las que sus intereses se vieron amenazados, y los medios democráticos de control y de represión contra las luchas populares no fueron suficientes. La dictadura se acabó, pero no por ello la represión y la explotación que bajo otra etiqueta, otros valores y con otras formas más «democráticas», siguen perpetuando la explotación de la clase trabajadora y la opresión de las personas, especialmente contra todas las que se atreven a mostrar su oposición al capitalismo.

La democracia esconde una dictadura económica que mercantiliza las relaciones humanas, que convierte a las personas en fuerza de trabajo, y que establece un sistema basado en el beneficio económico a costa de la explotación humana, no humana y de la propia naturaleza. Olvidar que, a pesar de sus diferencias, la «democracia» actual y el fascismo son las dos caras de la moneda capitalista sería cometer un grave error. Por eso el 20-N no es sólo un ejercicio de memoria, tiene su sentido en el presente.

Cada día nos encontramos en la calle situaciones en que vemos a gente contra la pared, acorralados, y en muchos casos detenidos, simplemente por el color de su piel, o sus rasgos faciales, bajo el amparo de las leyes y el beneplácito, y incluso el aliento, de muchos partidos políticos y medios de comunicación que fomentan el racismo con sus noticias y tertulias. Racismo que cala en una población cada vez más descontenta con su situación vital, creada por el sistema económico imperante, pero que no acaba de ver realmente cuáles son sus intereses comunes y cuáles sus verdaderos enemigos.

Cotidianamente vemos como hay partidos políticos y medios de comunicación que no difieren mucho en formas y actuación de las directrices de la extrema derecha, señalando a los sectores más indefensos de la población como los responsables de las miserias que el propio capitalismo provoca. Una ultraderecha que ahora quiere ir maquillada de demócrata y de defensora de la clase obrera, que lanza mensajes xenófobos e identitarios que tratan de enfrentarnos entre nosotros. Un ejemplo claro es el auge que están teniendo los partidos de la extrema derecha en Europa, que poco a poco van aumentando sus cuotas de «poder», gracias a lo cual se va consolidando un fascismo de calle mucho más radicalizado en discurso y formas que actúa, muchas veces, bajo el amparo de la autoridad.

Lejos de lamentarnos y amedrentarnos, tenemos que actuar y plantarles cara, recuperar la calle y el contacto con la gente, autoorganizarnos, sin dejar que el racismo, el fascismo y la xenofobia puedan crecer en nuestros barrios o ciudades, ya que cuanto más crezcan ellos más difícil será conseguir una sociedad más justa, libre y solidaria. Así de fácil. Nuestra propuesta frente a esta forma de vida impuesta por las relaciones capitalistas es la autoorganización, el antiautoritarismo y la acción directa, el trabajo de base y asambleario para intentar modificar nuestra cotidianidad y acabar con la mercantilización de la vida.

La lucha es cada día, en nuestros barrios, en los centros de trabajo y de estudio. Se han perdido los espacios de encuentro entre la gente, que poco a poco deberíamos recuperar, así como la posibilidad de actuar en la calle. La democracia ha generado todo un sistema que sólo permite a los «ciudadanos» (una etiqueta con la que el sistema trata de poner a todas al mismo nivel : explotados / as y explotadores / as, opresores / as y oprimidos / as) actuar dentro de unos caminos establecidos y ha convertido las urnas en la única forma de expresión que nos queda.

A su vez, el capitalismo ha hecho de la calle un espacio limitado al tráfico de mercancías, entre ellas nosotros, ial’admiració compulsiva de escaparates. Es necesario que recuperemos la calle como lugar de encuentro entre iguales enfrentamiento con el capital y el estado. Por ello, el día 20 de noviembre, saldremos a manifestarnos y hacer presente nuestra oposición al Estado, al fascismo ya cualquier forma de opresión.

Confederación General del Trabajo de Catalunya


>>> Convocatorias :

  •  Manifestación : Unidad contra el fascismo y el racismo. Por la convivencia en la diversidad. Sábado 20 de noviembre, 17h. Plaza Universidad, Barcelona
  •  Concentración para protestar ante la celebración de un acto fascista Hotel Catalònia Plaza.nike free run 5.0 free

    Fuente: CGT Catalunya