Todos recordamos esta escena de 14 de diciembre de 2008 en que un periodista irakí, Muntazer al Zaidi, expresaba, con gran valentía, su rechazo a la guerra emprendida por el gobierno de EE.UU. en 2003 (George Bush, Dick Cheney, Condolezza Rice, Donald Rumsfeld, etc.,) contra Irak, guerra que el PP de Aznar apoyó y que tuvo como resultado una inmensa masacre humana en el país con la acusación, falsa, de que Sadan Husein tenía armas nucleares listas para usar contra todo el mundo...
En Wikipedia se lee: «Al lanzarle el primer zapato, Zaidi insultó al presidente de Estados Unidos diciéndole «este es el beso de despedida del pueblo iraquí, perro» y enseguida le lanzó el segundo zapato diciendo «esto es por las viudas y por los huérfanos y por todos los asesinados en Irak».
En Wikipedia se lee: «Al lanzarle el primer zapato, Zaidi insultó al presidente de Estados Unidos diciéndole «este es el beso de despedida del pueblo iraquí, perro» y enseguida le lanzó el segundo zapato diciendo «esto es por las viudas y por los huérfanos y por todos los asesinados en Irak».
Yo no me atrevería a tanto con el Ministro de Defensa sr. Pedro Morenés, ya que él, en el momento justo (16-marzo-2003) en que su jefe político José María Aznar se abrazaba en las Azores a Bush y a Tony Blair, no era más -ni menos- que Secretario de Estado de Política Científica y Tecnológica en el Ministerio de Ciencia y Tecnología… aunque recordemos que Pedro Morenés sí fue Secretario de Estado de Defensa, con el gobierno de José María Aznar y siendo ministro de Defensa Edurado Serra, entre 1996 y 2000.
Pedro Morenés, un ministro de «Defensa» directamente vinculado a la fabricación y comercio de armas de guerra, no tenía, en el año 2003, un cargo relevante en el Ministerio que ahora dirige, pero ¿tengo yo algún otro motivo para tirarle, moralmente hablando, un par de zapatos a la cara?. Confiando (poco) en que mañana no me detengan a la puerta de mi trabajo o que no me pongan una multa o cualquier otro tipo de sanción por «daño al honor» del Ministro, declaro aquí que sí tengo motivos para tirarle un par de zapatos viejos a la cara.
Tengo ahora [aunque antes ya tenía otros] uno muy fundamental y es este: en un momento de crisis extrema -causada sobre todo por la política económica del PP- y de emergencia social sin precedentes él se atreve a pedir más y más dinero para las guerras. Por esta razón le tiro a la cara, desde este blog, un par de zapatos viejos. Mi intención no es humilllarle ni personalmente ni institucionalmente, sino solo expresarle mi rechazo ético más radical a las políticas armamentistas y belicistas en que se empeña en complicar a España. No quiero humillarle, sino que él deje de humillar a tantas personas.
Quienes vivimos muy cerca de la Base de Rota, y también a menos de 100 kms de las de Gibraltar y Morón, le tenemos a este hombre una tirria especial: nos ha traído la instalación del escudo antimisiles, 500 marines más a Morón, una fábrica de drones, especulación con solares e inmuebles de Defensa… en suma: militarización extrema de Andalucía [con la connivencia del PSOE-A]. A mí y a la mayoría de los andaluces y andaluzas Pedro Morenés nos cae particularmente mal: carece absolutamente de toda empatía personal y es, por el historial señalado y por su implicación en la venta de bombas de racimo y otros asuntos, un auténtico peligro para la Paz. Alguien así no puede seguir siendo Ministro de «Defensa».
Hoy lunes día 17 de junio este Ministro belicista ha dicho, en plena crisis, esto: «La conciencia patriótica hace grandes a las naciones: no puede haber derrotismo en aquéllos que aspiran a estar a la cabeza del mundo. Quien no lo entienda puede hacer ruido, pero nada más». Ahí es nada, pero más inadmisible y peligroso aún me parece el contenido político expresado en el último párrafo de esta sorprendente entrevista (http://www.laopinioncoruna.es/espana/2013/06/17/pedro-morenes-libertad-debe-someterse/733216.html), contenido que a mí me sobrecoge hondamente y me parece inadmisible: las Fuerzas Armadas deben vigilar la democracia, hay democracia gracias a esta vigilancia, el orden impuesto por el ejército garantiza la democracia, las libertades democráticas son un fruto de la labor de castigo de lainseguridad que podrían provocar algunos civiles. O sea: que la garantía de la democracia está en el callado (más o menos) control que el Ejército hace de ella… ¿está claro o no el asunto que este Ministro trata de exponernos para justificar el aumento de los gastos militares y las intervenciones en Malí, Afganistán, Somalia…?, ¿está clara o no su fina adveretencia en relación con la unidad territorial del estado español?, ¿está claro o no en qué se funda el poder y la capacidad coercitiva del Estado y que él tiene la sartén por el mango?, ¿está claro o no el origen decimonónico-golpista de su concepción del papel que las Fuerzas Armadas deben jugar en una democracia?…
Dejo los juicios -porque yo ya tiré mis zapatos a su cara, a su cara política, se entiende- sobre estas espectaculares declaraciones del Ministro de Defensa en manos del lector o lectora. Por mi parte quiero terminar aquí señalando que este Ministro, mientras se aplican radicales «recortes» presupuestarios en empleo, sanidad, educación, ciencia, cultura, vivienda, servicios sociales, etc., no duda no ya en someter a España a los dictados del Pentágono y la OTAN (lo que ya Aznar abrazó) sino que además se atreve a seguir presionando continuamente a las arcas públicas para conseguir más y más dinero para las guerras:
Fuente: Cristobal Orellana