Artículo de Charo Arroyo publicado en el Blog Alkimia de El Salto

Acaban de cumplirse 40 años del intento de golpe de estado del 23 F. Y tampoco las cosas han cambiado tanto. De forma increíble vuelven a oírse ruido de sables (creo que así es como dicen los medios cuando los militares empiezan a sacar los pies del tiesto). Si hace 40 años teníamos a todas las instituciones herederas de las instituciones franquistas plagadas de mandos franquistas, hoy están sus descendientes.

Acaban de cumplirse 40 años del intento de golpe de estado del 23 F. Y tampoco las cosas han cambiado tanto. De forma increíble vuelven a oírse ruido de sables (creo que así es como dicen los medios cuando los militares empiezan a sacar los pies del tiesto). Si hace 40 años teníamos a todas las instituciones herederas de las instituciones franquistas plagadas de mandos franquistas, hoy están sus descendientes. Esa es la cosecha recolectada de una transición que no hizo ningún tipo de depuración (palabra que tampoco me gusta porque me recuerda a la actuación franquista al terminar la guerra). ¿Cómo es posible volver demócrata a quien estaba integrado con convencimiento en las estructuras de la dictadura? Eso no es posible por una actuación de buena fe y un sueño de conversión bíblica.

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Fuente: El Salto