La organización advierte de la pérdida de caudal como consecuencia del cambio climático, la contaminación y las presas
A través de un informe presentado con motivo del día Mundial del Agua -que se celebra el próximo jueves-, la organización ecologista WWF/Adena advierte de que los grandes ríos del mundo se están muriendo como consecuencia del cambio climático, la contaminación y la construcción de presas, por lo que aumentan las amenazas de escasez de agua. En el estudio, WWF/Adena hace un llamamiento a los gobiernos para proteger la distribución y el uso del agua, permitiendo así salvaguardar el medio de vida de las grandes civilizaciones humanas.
La organización advierte de la pérdida de caudal como consecuencia del cambio climático, la contaminación y las presas

A través de un informe presentado con motivo del día Mundial del Agua -que se celebra el próximo jueves-, la organización ecologista WWF/Adena advierte de que los grandes ríos del mundo se están muriendo como consecuencia del cambio climático, la contaminación y la construcción de presas, por lo que aumentan las amenazas de escasez de agua. En el estudio, WWF/Adena hace un llamamiento a los gobiernos para proteger la distribución y el uso del agua, permitiendo así salvaguardar el medio de vida de las grandes civilizaciones humanas.

En el documento, se hacen públicos los diez ríos del mundo en mayor riesgo y que «están agonizando» como resultado del cambio climático, la contaminación y las presas. Concretamente, cinco de los diez ríos de la lista del informe se encuentran en Asia : el Yangtze (China), el Mekong (Vietnam), el Salween (Mianmar), el Ganges (India) y el Indo (Pakistán). Además, en el listado figuran también el Danubio, en Europa ; el río de La Plata y el río Bravo o río Grande, en América ; el Nilo-Lago Victoria, en África ; y el Murria-Darling, en Australia.

Crisis del agua dulce

Jamie Pittock, director del Programa Mundial de Agua Dulce de WWF/Adena, ha explicado que «la situación de los ríos estudiados en el informe simboliza la crisis del agua dulce que muchas organizaciones vienen denunciando desde hace años. Queremos que los responsables admitan el problema ahora, y no cuando la emergencia de agua dulce adquiera proporciones difíciles de afrontar». Según la organización, la continua pérdida de caudal -como consecuencia de la deficiente planificación y la protección inadecuada de las áreas naturales- indica que no está garantizado que el agua fluya para siempre.

La organización ecologista denuncia también en su estudio que, por ejemplo, los embalses del Río Danubio -uno de los ríos más grandes en Europa- han destruido el 80% de los humedales y llanuras de inundación de su cuenca, o que -aunque no existiera el aumento de temperaturas que amenazan con derretir los glaciares del Himalaya- el Río Indo ya manifiesta una gran escasez, debido al exceso de extracción de agua para la agricultura. La pesca de especies dulceacuícolas, principal fuente de proteína y medio de vida para cientos de miles de comunidades en el mundo, está también amenazada.

Seguridad nacional

El informe hace además un llamamiento a los gobiernos para proteger más eficazmente el flujo natural de los ríos y la distribución y uso del agua, con el fin de salvaguardar los hábitats y los medios de vida de grandes poblaciones humanas. Pittock ha dicho además que «la conservación de los ríos y humedales debe ser considerada parte esencial de la seguridad nacional, la salud y el desarrollo económico. Se han de investigar intensamente nuevas maneras de utilizar el agua de modo eficiente para cultivos y otras producciones, a fin de que no se utilice más agua de la necesaria».

WWF/Adena señala también que los acuerdos de cooperación para la gestión de recursos compartidos, como la Convención Sobre Cursos de Agua de las Naciones Unidas, deben ser ratificados y dotados de los recursos para que funcionen en la realidad. «La crisis del agua dulce va más allá de los diez ríos mencionados en este informe y refleja hasta qué grado el desarrollo destructivo amenaza la capacidad de la naturaleza para satisfacer nuestras necesidades. Debemos modificar nuestra manera de comportarnos ahora o pagaremos el precio en un futuro no muy lejano», ha dicho Pittock.


Fuente: Agencias