La especulación financiera continua insaciable, amparada en su propagandístico sistema de (des)información interesada.
El pasado lunes de Semana Santa, de forma casi sincronizada, varios medios de comunicación informaban del Acuerdo alcanzado por WiZink con Grupo Santander para la compra de su 49% de participación accionarial, y el traspaso de las tarjetas de débito y crédito de Banco Popular.
Casi al mismo tiempo, la Dirección de WiZink emite dos comunicados a la plantilla relativos a esas operaciones corporativas, manifestando que es “una excelente noticia” y que “nada cambia”.
Casi al mismo tiempo, la Dirección de WiZink emite dos comunicados a la plantilla relativos a esas operaciones corporativas, manifestando que es “una excelente noticia” y que “nada cambia”.
Toda una puesta en escena que con un mínimo de reflexión llevaría a cualquiera a desconfiar. Determinados tipo de acuerdos, ya sea corporativos, de despidos colectivos, de recortes sociales, etc,, y en general todos aquéllos que pueden implicar un perjuicio o consecuencias para terceros, suelen materializarse en vísperas de periodo festivo o tiempo vacacional, con el fin de minimizar en el tiempo la reacciones de rechazo que pueda conllevar.
Además, no es la primera vez que en este sentido se nos miente desde la Dirección. Ya con ocasión del traspaso de negocio de Citibank (con la mayoría la plantilla y su equipo directivo), durante los varios meses que duraron las negociaciones laborales nos dijeron que el comprador era otro banco, Bancopopular-e, y así informaron a la prensa. Sin embargo, a los pocos días de materializarse esa operación, daban entrada en el 50% accionarial al fondo Värde Partners, queriéndonos hacer creer que fue una operación sobrevenida y no preparada con anterioridad.
Una vez visto el contexto y antecedentes, pasamos a analizar lo concerniente a estas operaciones que ahora realizan. Y efectivamente, no todo es lo que parece. Basta con leer el escrito que el Dpto. de Relaciones Laborales remite a la representación sindical al respecto, y que ponemos a vuestra disposición.
Según figura en este escrito de RRLL, el comprador del negocio de Wizink de tarjetas de débito y crédito procedentes de Banco Popular, no es “Santander” o “Grupo Santander”, sino que es el propio Banco Popular. Por tanto, no es una compra, sino que se trata de una recompra.
De esta forma, un banco que está en plena liquidación tras haber sido “expropiado” por falta de liquidez, resulta que ahora tiene los recursos necesarios para realizar esta importante transacción financiera … ¿Qué pensarán de ello los accionistas de Banco Popular que vieron perder su inversión antes de que esa entidad hiciese efectivo todos sus derechos? ¿Cómo afecta fiscalmente esta operación y cuál será su repercusión para las arcas públicas? ¿Aquella operación que ahora se revierte, fue una estratagema y sirvió para eludir la normativa bancaria sobre necesidades de capital y recursos propios?
Esa operación implica también que junto a ese negocio de WiZink, los trabajadores que se supone que lo gestionan van a ser tras traspasados a Banco Popular. Pretenden llevárselos a una entidad donde sus servicios centrales ya están prácticamente desmantelados tras el ERE recientemente tramitado, y donde hay pendiente otro ERE para la extinción de su red de oficinas. Y de sobrevivir a ese panorama, pasarían al Grupo Santander, que tiende a externalizar muchas de sus actividades a empresas filiales o externas. Bonito panorama para ellos.
Teniendo en cuenta que en WiZink el negocio de tarjetas no está diferenciado en función de su procedencia (Popular, Citibank, Barclays, propias), y los trabajadores que las gestionan lo hacen conjuntamente, resulta muy complejo poder determinar que trabajadores van a verse afectados. Sin embargo, la empresa no ha tardado en aprovechar esta coyuntura y ha empezado a dirigirse a esos trabajadores (incluso cuya labor es ajena a la gestión de las tarjetas), por lo que cabe entender que pretende desprenderse de ellos por otras causas, ya sean sindicales, operativas, por solicitud de algunos supervisores, etc.
En cuanto a la compraventa de acciones que dicen tampoco es como están dando a entender. Dicen a la plantilla que Värde Partners adquiere la participación accionarial del 49% que tenía Banco Popular, pero la realidad según manifiestan en su escrito a la representación sindical es que quien compra es ANETO S.á.r.l., “entidad gestionada y/o asesorada por Värde” (textual).
Pero no sólo eso, sino que también hacen constar que con esta adquisición ANETO pasará a ser el titular de la totalidad del capital social de WiZink, y no Värde. Considerando que las últimas cuentas anuales publicadas de WiZink (las correspondientes al ejercicio de 2016) reflejaban que Värde poseía el 51% del capital social, en algún momento posterior a tal fecha esa participación ha sido traspasada también a ANETO, y no lo han dado a conocer, incumpliendo el deber de información establecido en la vigente legislación laboral.
¿Quién es ANETO, S.á.r.l.?
Según los reportes financieros, esta entidad es de responsabilidad limitada, está radicada en Luxemburgo (buen país para las finanzas), y fue creada el 04.09.2014, curiosamente pocos días antes de formalizarse la compraventa del negocio procedente de Citibank. Tiene casi tantos directivos como epígrafes con saldo en su balance, y varios de ellos también pertenecen a Värde. Es lo que tiene la economía de mercado: muchos trabajadores sin empleo, y directivos bancarios pluriempleados.
Lo que nos lleva a considerarla como una entidad “pantalla”, de cara a otras operaciones societarias futuras.
Con la salida accionarial y de negocio correspondiente a Banco Popular, WiZink queda totalmente configurada como una entidad de tarjetas, cada vez más alejada del negocio de la banca, con el riesgo que supone limitarse a un único tipo de mercado. En este sentido, basta observar el precedente de un caso similar, el banco MBNA de tarjetas, que cerró en España en 2012 (por cierto, con exdirectivos de Citibank).
Bonito panorama también para los trabajadores que quedarán aún en la empresa.
Terminamos recordando a todos la conveniencia de afiliarse a un sindicato como CGT, sin compromisos que devolver a la patronal, y que trabaja por el mantenimiento de los empleos, al tiempo que nos ponemos a disposición (en los teléfonos y email de cabecera) de los compañeros que sean llamados por el Dpto. de Recursos Humanos para ser traspasados a Banco Popular.