Pamplona. Volkswagen Navarra no atraviesa el mejor momento de su historia desde que en 1994 fuese constituida como tal en las instalaciones de Landaben. Al hecho de que vaya a cerrar 2005 con la producción más baja desde 1995, en el entorno de los 210.000 coches si la dirección aplica la reducción de 19.000 unidades comunicada el pasado 17 de junio a los sindicatos, se une también la circunstancia de que la pérdida de empleo sigue siendo una tónica constante.
Así, en lo que va de año la fábrica automovilística ha visto desaparecer 70 empleos fijos, con lo que son 4.250 los empleados con condición de indefinidos, a los que hay que sumar otros 130 eventuales que se encargan de completar las jornadas de aquellos operarios que cuentan con una reducción del tiempo de trabajo principalmente por el cuidado de hijos. Sin duda, se trata del momento más bajo de empleo en VW Navarra y dista mucho de la situación de 2000, año que se cerró con una plantilla de 5.530 trabajadores y en el que se produjeron 298.387 coches.
sanciones de 15 días La planta navarra de la multinacional alemana vive un ambiente más que delicado, ya que en siete meses no se ha producido ningún avance en la negociación del convenio colectivo, cuestión que, por otro lado, ha deparado en un nivel de conflictividad como no se había conocido anteriormente, ya que el enfrentamiento entre la compañía dirigida por José Luis Erro y los sindicatos es total. Así, en las últimas semanas los dirigentes de VW Navarra han llevado al comité de empresa a los tribunales para tratar de que se prorroguen los acuerdos de flexibilidad firmados en diciembre de 2002 y que los sindicatos entienden que fue una medida excepcional para los años 2003 y 2004.
A esto se suma el reciente expediente que ha abierto la dirección a 42 trabajadores, que se enfrentan a sanciones de 15 días de empleo y sueldo por haber disfrutado en las jornadas del 4 ó 5 de julio del conocido como «día de libre elección», derecho del que la empresa quiere prescindir en el futuro.
Además, cabe recordar que la central CGT ha presentado en el Juzgado una querella criminal por supuesto delito contra la intimidad contra Carlos Sucunza, director de Recursos Humanos, quien se responsabilizó de la existencia de una cámara oculta de vigilancia en el taller de chapa que, camuflada en un falso detector de humos, fue descubierta por los trabajadores.
Fuente: Noticias de Navarra.