Más de 11 heridos –al menos siete de ellos de gravedad y uno con exposición de masa encefálica–, 92 detenidos y un número indefinido de desaparecidos es el saldo de la brutal represión ocurrida durante el primer día de gobierno de Enrique Peña Nieto.
Un fallecido, al menos diez heridos y siete intoxicados, 92 detenidos, once menores de edad entre ellos, y un número indefinido de desaparecidos es el saldo de la violenta jornada de represión que comenzó la mañana de este sábado 1 de diciembre, y que se prolongó hasta alrededor de las cuatro de la tarde, en el marco de las protestas por la asunción a la presidencia de Enrique Peña Nieto, convocadas por el movimiento #YoSoy132.
Un fallecido, al menos diez heridos y siete intoxicados, 92 detenidos, once menores de edad entre ellos, y un número indefinido de desaparecidos es el saldo de la violenta jornada de represión que comenzó la mañana de este sábado 1 de diciembre, y que se prolongó hasta alrededor de las cuatro de la tarde, en el marco de las protestas por la asunción a la presidencia de Enrique Peña Nieto, convocadas por el movimiento #YoSoy132.
Durante más de diez horas, los estudiantes, activistas, integrantes de diversas organizaciones civiles y sindicatos y ciudadanos de a pie que repudiaban la toma de protesta de Peña Nieto, fueron cercados, amedrentados, golpeados, gaseados y algunos de ellos detenidos arbitrariamente por elementos de la policía federal y estatal, desde el Palacio legislativo de San Lázaro –donde comenzó la protesta– hasta la sede del Senado, y más tarde en las inmediaciones del Zócalo de la Ciudad de México, el Monumento a la Revolución y el Palacio de Bellas Artes.
Los enfrentamientos comenzaron cerca de las siete de la mañana en los alrededores de San Lázaro. A las 4:30 de la madrugada, un contingente de jóvenes de #YoSoy132 y la Acampada Revolución se dirigieron al recinto legislativo para hacer un cerco humano al Congreso. Ahí se encontraron con contingentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y algunas otras organizaciones, a las que se sumó posteriormente el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT). Cerca de las siete de la mañana, los manifestantes derribaron una de las vallas que resguardaba el lugar. Inmediatamente, los policías federales y granaderos del Distrito Federal dispararon grandes cantidades de gases lacrimógenos y balas de goma. Desde el interior del vallado se lanzaron también chorros de agua contra los manifestantes.
Los contingentes respondieron con todo lo que tenían a su alcance, y las calles aledañas al recinto legislativo se convirtieron en un campo de batalla. De este enfrentamiento, resultaron los heridos más graves de la jornada. Francisco Quinquedal Leal, de 67 años, profesor de teatro y simpatizante de La Otra Campaña, fue alcanzado en la cabeza por una granada lanzada por policías federales; fue retirado del lugar inconsciente y con exposición de masa encefálica. El joven Rubén Fuentes fue herido con arma de fuego en una pierna.
Con piedras, botellas y bombas molotov los manifestantes contestaron al embate policiaco. Los enfrentamientos en San Lázaro se prolongaron hasta las 11 de la mañana, cuando los contingentes decidieron retirarse y dirigir la protesta hacia el Zócalo de la Ciudad de México, donde se encuentra el Palacio Nacional, lugar donde Enrique Peña Nieto dirigiría un mensaje a la Nación.
Las calles del Centro Histórico fueron totalmente blindadas por miles de policías –federales y de la ciudad, incluyendo cuerpos de la Bancaria Industrial y de Tránsito- para impedir el paso hacia el Zócalo, así como un contingente de comerciantes ambulantes, que portaban carteles en apoyo a Enrique Peña Nieto, que encaraba a los manifestantes fuera del metro Pino Suárez. Un ama de casa que hacía compras reclamó: “A poco así lo van a estar cuidando los seis años, al pendejo”. Un grupo de profesores de la CNTE fue “encapsulado” por granaderos locales. Mientras tanto, los episodios de corretizas y enfrentamientos se extendían hasta la sede del Senado, ubicado en Reforma y París.
Una valla de granaderos, así como patrullas y elementos de seguridad pública del Distrito Federal y de la policía bancaria industrial impedía el paso sobre avenida Juárez, frente al Palacio de Bellas Artes, donde alrededor de la una de la tarde se desató un enfrentamiento entre las fuerzas del orden y los manifestantes. Mientras tanto, otro grupo que protestaba fue reprimido en la avenida Reforma, cerca del Monumento a la Revolución. Durante las más de dos horas que duró el episodio represivo en esta área, los negocios y locales del área permanecieron cerrados.
En un recorrido realizado por las reporteras de Desinformémonos a lo largo del Eje Central Lázaro Cárdenas, avenida Juárez y las calles Francisco I. Madero, 5 de Mayo, Tacuba y avenida Reforma, hasta el Monumento a la Revolución, se constató la presencia de vallas policiacas en diversos puntos de estas calles, así como camionetas, patrullas y motocicletas que cercaban el área.
Alrededor de las 16:30 horas, los contingentes de manifestantes habían sido disipados por los embates policiacos ocurridos en diversos puntos del Centro Histórico. Un grupo de aproximadamente mil personas se dirigió entonces a la Acampada Revolución, en el Monumento a la Revolución, y de ahí se desplazaron hacia la Agencia 50 de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, en la colonia Doctores, en donde hay 92 personas detenidas y no se permite el acceso de abogados defensores, informan integrantes del movimiento #YoSoy132.
Extraido de: DesInformémonos
Fuente: DesInformémonos