Esta por papá Estado, esta por mamá macroeconomía, otra por el tito sector privado y otra por la tita inversiones públicas innecesarias y derrochadoras. Así, a base de Kutz-aradas, nos están dando de comer este amargo batido de recortes sanitarios, de los que la Consejera Kutz es responsable, pero no la única. Gobierno y buena parte de la oposición a día de hoy toleran y por lo tanto avalan su gestión.
Trabajadores de Osasunbidea, usuarios de los servicios de salud y distintas organizaciones sociales cuyo fin es sanitario, estamos contribuyendo forzadamente a salvaguardar los pilares de nuestra economía neoliberal a través de recortes en los derechos laborales, en la asistencia y en las subvenciones para programas de promoción y prevención.
Es baldío recordar la importancia de contar con un sistema de salud público y de calidad. Tampoco es necesario enumerar cuántas partidas inútiles de gasto público se podrían recortar sin afectar a la sanidad, la educación o las pensiones. También conocemos qué impuestos se podrían aplicar a las rentas más altas y sobre el patrimonio. Lo que se hace urgente decir y proclamar es que las políticas que se están tomando no son las únicas posibles, como nos quieren hacer creer. Es un tema de voluntad política, de seguir promoviendo más capitalismo y más acumulación en menos manos, trayendo consecuentemente mayores niveles de desigualdad y de injusticia.
Se podría apostar por el reparto, sería posible y, a la vista de la que nos está cayendo, menos traumático que las medidas que nos imponen. Los recortes salariales sobre los funcionarios han disminuido, aunque insuficientemente, los abanicos salariales, enormes y en constante crecimiento, y ese es un camino que, en algún sentido, nos parece adecuado en lo que tiene que ver con la merma de desigualdades. Pero una auténtica medida de reparto debe encaminarse a un trasvase de quienes tienen más a quienes tienen menos, nunca a mantener intactas las bases de nuestro injusto modelo económico, como es el caso. El reparto se hace urgente. O lo hacemos en pro de una mayor justicia social y un mantenimiento de los servicios públicos, o nos lo aplican destruyendo todo derecho social y laboral.
Como trabajadores de Osasunbidea, sin esperar a salvadores, políticos o gestores, debemos ir a la Huelga General del 29 de Junio. CGT también la convoca y en su discurso la apuesta por el reparto es central. Los recortes que padecemos en nuestros trabajos son consecuencia, precisamente, de una crisis de avaricia y acumulación, destructora del medio y de la sociedad. Por ello, tenemos motivos de sobra para plantarnos, para hacer Huelga y acudir, por supuesto, a las movilizaciones con el conjunto de los y las trabajadoras, de lo público, lo privado, lo sumergido o en el paro. Desde estas líneas animamos, claro está, a acudir a la convocatoria de la CGT, a las 11 h en la Plaza del Vínculo.
Txema Berro, Raul Anso, Iñaki Gorriz, Miembros de la Sección Sindical de la CGT en Osasunbidea