Unas doscientas personas se concentraron anoche en la Plaza de las Tortugas de Palma de Mallorca para protestar contra "la agresión israelí contra Palestina y el Líbano".

Unas doscientas personas se concentraron anoche en la Plaza de las Tortugas de Palma de Mallorca para protestar contra «la agresión israelí contra Palestina y el Líbano».

La Plataforma por la Democracia y la Globalización Social convocó la concentración para «expresar de forma clara y contundente nuestro rechazo y condena a la masacre que el ejército israelí está llevando a cabo con el silencio cómplice de los Estados Unidos y de la Unión Europea, entre otros». La protesta de ayer coincidió con otros actos convocados en territorio español a la misma hora.

El secretario general del sindicato CGT, Pep Juárez, pidió a la población mallorquina que se solidarice contra la escalada bélica. Juárez condenó los ataques del «Estado sionista», al que acusó de probar armas nuevas en contra de la población civil, en un ataque planificado antes de que se produjera el secuestro de dos soldados israelíes y el asesinato de otros ocho por parte de Hezbolá, hechos que, a su juicio, Israel utilizó como excusa para iniciar los bombardeos.

Por su parte, el presidente de la Asociación Civil de los Inmigrantes Marroquíes, Adnan El-Mrani, recalcó el carácter «ilegal» del armamento utilizado por Israel en los ataques y recordó que los bombardeos sobre el Líbano han provocado al menos 280 muertos civiles. El-Mrani consideró que Hezbolá actúa dentro de una lógica de «resistencia legítima» y Juárez subrayó que la causa de la existencia de estos grupos se encuentra en la invasión de Palestina por parte de «una potencia extranjera», en referencia a Israel, desde hace 40 años.

El responsable de organización de Esquerra Unida, Manel Carmona, señaló que, además de los muertos, los ataques israelíes han provocado un éxodo de un millón de personas, lo que debería llevar a Naciones Unidas a movilizar fuerzas de interposición.

Los integrantes de la Plataforma por la Democracia critican, asimismo, la pasividad de la comunidad internacional.


Fuente: Diario de Mallorca