- 1.750 días ha necesitado Vargas para el desmantelamiento de Aena y el expolio de un servicio público al ciudadano.
- La presidencia de Vargas ha costado 4'3 Millones de euros diarios al patrimonio de los españoles
- Con Vargas hemos estrechado "lazos amigables" con sir. Chirs Hohn (TCI), Bank of America, Merrill Lynch, PWC o Lazard Internacional.
«-Goodbye, mr.
«-Goodbye, mr. President.- Durante 1750 días, José Manuel Vargas, ha liderado el proceso del desmantelamiento de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea y el expolio de un servicio público al ciudadano.
Ello se consiguió gracias al previo proceso de la segregación de lo que hoy es Aena SME, S.A., de lo que es hoy ENAIRE EPE, nuestro ingreso en la CEOE, anteponiendo el objetivo económico de la compañía a la calidad del servicio que se debía prestar; una fantástica salida a bolsa, campanita incluida, cuyo magnífico diseño ha supuesto que la acción triplique su precio inicial, (¡valíamos 7.500 M. € más!); hemos estrechado lazos amigables con sir. Chirs Hohn (TCI), Bank of America, Merrill Lynch, PWC o Lazard Internacional. Sin olvidar la gran jugada de acometer el saneamiento de la deuda traspasándosela al Estado, una lástima que no haya podido ser presidente de Abertis.»
Con estos irónicos párrafos, comienza un comunicado interno de CGT enviado a las trabajadoras de Aena y ENAIRE, al conocerse la dimisión que ha presentado José Manuel Vargas, el pasado 26 de septiembre de 2017, que según nota interna de Aena es «por motivos personales», como Presidente-Consejero Delegado de Aena SME, S.A., y con efectos de hoy 15 de octubre de 2017.
CGT recuerda en su comunicado que, «bajo su presidencia también se ha acometido» despidos masivos bajo «un proceso de desvinculaciones voluntarias, vaya, un ERE, la segregación de centros del Grupo III para su estrangulación y desregulación laboral, otro ERE encubierto dirigido a los temporales; las temerarias bajadas en los expedientes de contratación, vaya, sus problemillas en el Prat…» incluso traslados forzosos innecesarios para justificar los recortes de plantillas, y los «1750 días de congelación salarial, de recortes de derechos, de estrangular el convenio, de aumento de cargas de trabajo. Y con cerca de 2000 trabajadores menos de los que no podrá despedirse.»
CGT, que es el único sindicato dentro de Aena que se está oponiendo a la privatización, recuerda que, «con la aprobación del primer Documento de Regulación Aeroportuaria DORA a principios de 2017, se han asegurado que no sea necesaria la inversión medioambiental, que no se prohíba licitar con bajas temerarias que repercutan en las condiciones de los trabajadores o que no existan estándares reales de calidad dirigidos a la seguridad operacional.» CGT también reprocha al presidente de Aena la orientación al negocio especulativo mediante, «la transformación del negocio comercial y el inicio de un mayor desarrollo inmobiliario» como máxima prioridad, así como la apuesta, innecesaria para los aeropuertos españoles, por la inversión en el extranjero, como la compra del aeropuerto de Luton. «La expansión internacional«, decía el señor Vargas, en la Comisión de Fomento del Parlamento cuando justificaba la autorización de su junta de accionistas de un endeudamiento adicional de 5.000 millones de euros, para justificar «ta garantía del estado» a su gestión.
El comunicado de CGT termina con un «Esperamos que se despida de las trabajadoras y trabajadores de Aena gracias a quienes estamos en números record, (Aena cerrará 2017 con más de 2.000 millones de Euros en beneficios ) a pesar de que ha cercenado la posibilidad de conciliar con su vida familiar; de los temporales en espera de un contrato digno y su consolidación; del TMA único en las centrales eléctricas; de quienes han tenido que ampliar su jornada 2,5 horas semanales al tiempo que han perdido flexibilidad». El déficit de plantilla provoca el secuestro de la vida social y familiar al aplicar la Cobertura Obligatoria de Servicios del convenio, de manera arbitraria forzando incluso la superación fraudulenta de las 80 horas extras bajo la amenaza de la sanción. Y pero aún peor, adaptar los procedimientos Operativos a la carencia de personal como los «bombero single» o Técnicos de energía solitarios, sin parar en pensar los riesgos laborales o la seguridad de los viajeros. Todo vale en Aena. «Ars gratia artis».
Esta carencia evidente de plantilla, fruto de la estrangulación del señor Vargas, conduce a multiplicar la conflictividad laboral en Aena; estamos en récord de pasajeros pero, al mismo tiempo, de expedientes disciplinarios, incluidos despidos. Se exprime al trabajador a base de incumplir convenio, de la modificación de condiciones sustanciales de trabajo, la denegación de libranzas, la aplicación sui generis de la normativas de los COS (cobertura OBLIGATORIA de servicios) y la multiplicación de las horas extra obligatorias.
Ejemplo de esta sobreexplotación es el caso de los trabajadores temporales de Aena y ENAIRE, que en 2016, en muchos casos después de 10 años trabajados, han tenido que sufrir otro ERE encubierto, perdiendo sus expectativas de consolidación y de tener un contrato con igualdad de condiciones que el resto de la plantilla. Se abusa de la temporalidad, pero además se abusa del trabajador temporal, a quien se somete a contratos de unos días, se les priva de vacaciones, del derecho a la conciliación de su vida, se les condena a una perpetua disponibilidad o a permanecer en unos centros alejados de sus domicilios y, al final, se les desecha sin ofrecerles una vía para su permanencia en la empresa.
Esto es la privatización, su verdadera cara y lo que necesariamente trae. Desde 2012 nuestra productividad ha subido en un 212%, ésa es la cifra real. Otra cifra real es que este año se han repartido en dividendo al accionista 574’5 M€, cuando el gasto total en salarios de Aena, incluyendo los de alta dirección, es de unos 390 M€. La subida del 1% autorizado en PGE, o una única subida lineal, suponen la aceptación de la pérdida de poder adquisitivo durante diez años sin posibilidad de volver a recuperarlo.
Vargas, con su huida, también deja en el aire un supuesto acuerdo, a dia de hoy secreto, y que firmó con los sindicatos institucionalizados, CCOO UGT y USO, el día 25 de septiembre. Noticia que conocimos por la prensa, «se había alcanzado un pre-acuerdo entre Aena y ENAIRE», lo llamaban pre-acuerdo porque estaba a expensas de ser votado en los Consejos de Administración de las empresas. Paradójicamente, a los trabajadores no tienen intención ni de informar ni de consultar para su posible refrendo.
CGT exige el texto del pre-acuerdo y transparencia, lo cual es indispensable para que cada trabajadora y cada trabajador, pueda formar una opinión propia, y solicitar las aclaraciones oportunas con el objeto de eliminar dudas, antes de manifestar una postura en una consulta general de refrendo, en la que se participe, todas y todos los trabajadores
Este conflicto no se tapa con una subida salarial, es algo más profundo, pero en CGT lo vemos como una oportunidad, y estamos seguros que a través de la unidad y participación de los trabajadores, con conciencia y rebeldía constructiva, se puede revertir la senda que nos tienen marcada por otra que genere ilusión.
El conflicto va a durar en el tiempo. CGT llama a la unidad de los trabajadores en la defensa de sus derechos laborales y de información sobre aquello que les concierne, con la participación de los comités de empresa y las asambleas de trabajadores.
Firma la petición: PAREMOS la privatización de Aena por el interes general
https://www.change.org/p/paremos-la-privatizaci%C3%B3n-de-aena-aeropuertos-firmar-esta-petici%C3%B3n-y-sensibilizar-a-los-ciudadanos-y-a-los-trabajadores-y-animar-a-otros-a-que-lo-hagan
Fuente: CGT-Aena Enaire