“Cuando vi cómo había caído y cómo se dio contra el suelo, enseguida supe que habría muerto”. Este fue el testimonio de una mujer que presenció el suceso que acabó con la vida del joven obrero, Ildefonso G. R. El próximo lunes habría cumplido 30 años.
El fallecido trabajaba en las obras de rehabilitación de la fortaleza setabense y era el hijo del constructor que realiza los trabajos.
El trágico accidente laboral se produjo sobre las 11.30 horas, cuando el joven se encontraba en una ladera de la montaña, próxima al castillo menor, con la intención de desatascar unos tubos utilizados habitualmente para evacuar los escombros de las obras.
Según la información recogida en el lugar de los hechos, el obrero no iba provisto en ese momento de arnés, por lo que al tratar de mover los cilindros para liberarlos de los residuos, fue arrastrado por el mismo peso de los tambores.
El hombre cayó desde unos 15 metros de altura. Cuando llegó una ambulancia del SAMU, los facultativos pudieron comprobar que todavía mantenía sus constantes vitales, por lo que fue evacuado al vehículo para intentar salvarle la vida. El personal sanitario intentó durante más de media hora recuperarlo, pero los esfuerzos resultaron infructuosos.
En el momento del accidente se encontraba en el recinto la concejala del Castillo, Marian Soro para inspeccionar la marcha de las obras. La edil se mostró muy afectada porque conocía a toda la familia.
En otro accidente laboral, un trabajador de 48 años sufrió heridas muy graves al precipitarse desde una altura de unos cuatro metros por el hueco del ascensor de una obra en San Vicente del Raspeig.
En Valencia, un empleado de una empresa contratada por Iberdrola padeció ayer una descarga eléctrica mientras trabajaba en la terraza de un edificio en la calle Cavite del barrio de la Malvarrosa. La víctima fue atendida por el SAMU.
Fuente: Las Provincias
