Tal y como se están encargando en señalar todos los aparatos de propaganda del Estado, hace diez años que el aznarato (el estilo chusco de gobierno de entonces, por otra parte bastante continuista en materia militarista con los anteriores del Franquismo, Adolfato, Felipato  y posteriores del zapaterismo) abolió la odiosa mili.

Los propagadores oficiales, con la ministra Chacón al frente, y la inestimable colaboración del NODO moderno (léase RNE y RTVE), nos dicen en sus manipulo-programas de estos días, que esto pasó porque era lo moderno y lo guay, descontextualizando el momento y ocultando otras cosas que llevaron al verdadero callejón sin salida de la institución más odiada por la sociedad.

Por ejemplo:

Por ejemplo:

  • el rechazo popular a la mili, valorada como la cosas más indeseable para la sociedad
  • el éxito social de la campaña de insumisión a los ejércitos y a sus
    sucedáneos, que acabó haciendo de la represión a la desobediencia un
    escándalo social y una forma de desenmascarar
    el militarismo anti-democrático del poder
  • la huella traumática marcada en la piel de la sociedad que supuso el
    abuso y la extorsión del servicio militar obligatorio como “escuela” de
    adoctrinamiento militarista y sumisión social
  • Los malos tratos (socialmente consentidos) y los abusos militares y a
    los reclutas obligados a la fuerza a “servir” al militarismo
  • Los miles de jóvenes encarcelados por desobedecer a los ejércitos y todo el aparato de represión hacia estos
  • la herencia militarista de una dictadura feroz que “salvó los
    muebles” del militarismo después de muerto (en la cama) el dictador y
    que se permitió varios intentos de golpe de estado hasta salirse con la
    suya: mantener la estructura de privilegio militar, meter a España en la
    OTAN, obligar a un ingente gasto militar, hacer opaco y sustraído al
    debate social y democrático lo que  tiene que ver con la defensa y su
    control; convertir al parlamento en un sitio irrelevante en materia de
    defensa, que se limita a aplaudir lo que dicen los militares (ni
    siquiera se decide ahí la política de defensa, la estrategia española de
    defensa, el planeamiento, etc.)
  • las cien mil historias que llevaron al poder a cambiar sus estrategias de sometimiento militarista.

Nosotros hoy queremos dar una versión alternativa a la reforma del servicio militar:

¿Para qué valía la mili?

La mili era la obligación legal que todos los jóvenes mayores de
dieciocho años (otras edades antes) tenían de servir “voluntariamente”
como soldados en el ejército durante dos años (luego 18 meses, luego 1
años). Durante este tiempo, la mili se convertía en el principal
instrumento de “educación cívica” que tenía el poder hacia los
ciudadanos.  ¿qué enseñaban ahí? Cosas muy útiles para la vida, como
sumisión, obediencia ciega, machismo, autoritarismo, respeto al poder,
jerarquía, violencia, idea de enemigos, delegación, nacionalismo, no
comprometerse …

También valía para mantener un sistema de privilegios para la casta
militar, para tener un ejército hipertrofiado y amenazador hacia la
sociedad (recordemos que el despliegue del ejército era para defender
las salidas de las principales ciudades por si dentro había revueltas y
que los militares intentaron en Españ a lo largo de la historia varias
decenas de golpes de estado) y para militarizar los conflictos y las
conciencias.

¿Para qué valía el ejército?

A juzgar por sus hechos durante los doscientos últimos años, el
ejército valía para someter la discrepancia interna y ejercer la
represión, para repartirse cargos y prebendas y oligarquizar el poder,
para dar golpes de estado y mediatizar el poder político, para imponer
dictaduras, para proteger el imperio (cuando existía esto) o intentar
constituir otro (magreb), para oprimir pueblos que luchaban por su
liberación (pueblos de latinoamérica, Filipinas, Guinea, Sahara,
Marruecos, etc), para esclavizar a la juventud (mili), para conseguir
dinero para el gasto militar, para proteger a la oligarquía, para
adoctrinar militaristamente a la sociedad, para introducir a España en
el entramado de la OTAN y en las labores de injerencia internacional
(guerras de Irak y Afganistán incluidas) …

Y en definitiva para militarizar la sociedad y constituirse en el
instrumento principal de dominación del estado y del militarismo.

¿Qué fue la insumisión?

La insumisión fue un movimiento de rechazo antimilitarista al
ejército y al militarismo, que provocó una estrategia de desobediencia
civil y de desafío a la obligación militar y a la prestación
“sustitutoria” que el Estado estableció para quienes no querían ir a la
mili.

En esta estrategia los “obligados” a ir al ejército o a la prestación
sustitutoria desobedecían esta obligación legal y eran enjuiciados por
su desobediencia. Muchos de ellos sufrieron represión y cárcel. Otros
muchos, por la eficacia de la desobediencia, sencillamente lograron que
no si ejercieran acciones legales.

En el movimiento de insumisión participaron desde los colectivos y
movimientos de objetores y antimilitaristas, hasta grupos barriales,
vecinales, de apoyo, intelectuales, etc.

Entre todos los grupos y personas que desarrollaron la insumisión se
consiguió la eficacia esta lucha social: desenmascarar socialmente y
desbordar la política militarista y el servicio militar obligatorio y
hacerlo insostenible. Tanto que el ejército y el poder político
decidieron reconvertirlo y “profesionalizarlo” para evitar males mayores
y mantener los palos del sombrajo.

Por esto, en gran parte, se abolió el servicio militar.

¿Para qué vale el ejército ahora?

A juzgar por nuestros hechos actuales, para lo mismo que antes:
injerencia política y militar en los conflictos internacionales,
consolidar el status quo de un orden internacional injusto, adoctrinar
sutilmente a la sociedad en los mismos argumentos: idea de enemigo,
jerarquía, sumisión, autoritarismo, etc.; para provocar un elevado gasto
militar, para privilegiar los intereses del complejo miltiar industrial
y para consolidar la mentalidad militarista de nuestra oligarquía
dirigente, cada vez más identificada con el militarismo.

Colectivo Utopía Contagiosa

______________

Para saber más