El centro CEIP Eduard Marquina -donde los familiares de un alumno agredieron recientemente al equipo directivo, al profesorado y al conserje- convocó ayer una concentración en la plaza Sant Jaume de Barcelona a la que asistieron entre 800 y un millar de personas. Con este acto, los profesores intentaron mostrar su rechazo a la violencia en los centros educativos, al tiempo que reclamaron el apoyo « total e inmediato » de las administraciones con el lema : « No más agresiones en los centros educativos, los docentes queremos respeto y reconocimiento ». A la manifestación acudió también Ángel Azpiroz, quien recibió un cabezazo del padre de un alumno que le provocó una conmoción.
Unos 800 profesores, según la Guardia Urbana, y unos 1.000, según los organizadores, se manifestaron ayer en la plaza Sant Jaume de Barcelona para mostrar su rechazo al problema de la violencia en los centros escolares y pedir el apoyo « total e inmediato » de las administraciones.
La concentración fue convocada por el centro CEIP Eduard Marquina, situado en el distrito barcelonés de Sant Martí, donde hace unos días unos familiares de un alumno agredieron física y verbalmente al equipo directivo del centro, al profesorado y al conserje, para exigir que su chico, que cursa educación infantil, entrase al centro una hora antes del horario fijado.
Los principales sindicatos del sector en Cataluña, USTEC, UGT, CC OO, UGT y CGT, así como Anpe, respaldaron la concentración, que encabezaron los profesores de este centro, bajo el lema « No más agresiones en los centros educativos, los docentes queremos respeto y reconocimiento ».
Gloria Zaragoza, jefe de estudios de la escuela Eduard Marquina, que resultó agredida en el conflicto, explicó que la madre del niño les dijo, « de forma muy agresiva », que quería que su hijo entrara una hora antes, y señaló que « hasta llegó a endosárnoslo por la fuerza ».
Zaragoza pidió a la Generalitat, pero también « a la sociedad, a los ayuntamientos y a las asociaciones de padres » un debate acerca de lo que está pasando, que atribuye a « cambios de la sociedad y a los mensajes que se están dando a los niños y a los jóvenes, al no negarles nada, y hacerles creer que todo son derechos y no hay deberes ».
Por su parte, la portavoz del sindicato USTEC, Rosa Cañadell, insistió también que « no se trata de un problema únicamente escolar, sino también social », donde las causas están en que « las familias no tienen suficiente tiempo para los niños », o en la « falta de autoridad de los padres ».
Cañadell solicitó que los centros educativos que tengan un conflicto reciban el « apoyo inmediato » de los diferentes servicios del departamento de Educación, y que existan « protocolos de actuación coordinados » entre los mossos d»esquadra, los servicios sociales y las administraciones.
A la concentración asistió el director del CEIP Jaume Salvatella de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), Ángel Azpiroz, de 58 años, a quien el padre de un alumno le propinó un cabezazo que le provocó una conmoción, porque, según el padre, los profesores tenían siempre castigado al niño.
Azpiroz señaló que el tramo más conflictivo es el de los niños de 12 a 18 años, y abogó por que la administración muestre « sensibilidad » frente a este problema y convoque a todos los agentes implicados para discutirlo.
Los manifestantes gritaron lemas a favor de « un mayor respecto para la profesión », y reclamaron que no se produzcan más agresiones.
Fuente: EFE. BARCELONA.