En dos ocasiones, en un periodo de unos tres meses, la Unidad Móvil del Banco de Sangre y Tejidos de Navarra que atiende a los donantes de varias localidades navarras (la llamada Autohemoteca), se ha quedado “en tierra”, cancelando así la actividad prevista para esos días. Esto supone quebrar el normal funcionamiento de un servicio que cuenta con un calendario ya establecido, previo acuerdo con las personas delegadas que Adona tiene en cada localidad y con citación previa.

La causa de este descalabro es que ante la falta de chófer no se ha puesto una sustitución desde el Parque Móvil, servicio al que pertenece el conductor, bien por olvido, descuido, ahorro… ¡Con la gente que hay en el paro! Por supuesto, todo esto sin previo aviso.

La causa de este descalabro es que ante la falta de chófer no se ha puesto una sustitución desde el Parque Móvil, servicio al que pertenece el conductor, bien por olvido, descuido, ahorro… ¡Con la gente que hay en el paro! Por supuesto, todo esto sin previo aviso.

Cuando un servicio se abandona de esta manera, se pierden muchas cosas, algunas de ellas irrecuperables. En este caso se pierde una preciada colecta de sangre que mucha gente necesita, se pierde y se derrocha toda una jornada laboral del personal sanitario que trabaja en dicho servicio (una médico y cuatro enfermeras), se les da “plantón” a los y las donantes que estaban citadas y al delegado o delegada con quien se había organizado todo para poder llevar a cabo la colecta (tener listo el local, pegada de carteles informando a la población, preparar el ágape…). Y no nos olvidemos de la parte económica, porque perder un día de servicio supone un gran despilfarro para la Administración, cosa que no nos podemos o debemos permitir, máxime en estos momentos. Esta es una mancha más para el Banco de Sangre y Tejidos de Navarra, por si ya tenía pocas. Esto no tiene ni orden ni concierto y, dicho sea de paso, por falta de jefes y altos cargos no será. Concretamente en el centro al que nos referimos hay un director, un subdirector y un gestor sanitario…“Mucho pollo para tan poco arroz”.

La sin razón de los recortes, la mala gestión, la mala planificación y el interés de este maltrecho Gobierno en desmantelar los servicios públicos para favorecer a la empresa privada, hacen que se den este tipo de actuaciones intolerables.

Por un lado generan la desmotivación del personal, que ve cómo algunos se empeñan en entorpecer un día sí y otro también, el desarrollo de su labor profesional: Si un día mandan a cinco personas a casa por no hacer una sustitución, otro están trabajando con la lengua fuera por la misma razón.

Por otro lado se crea desconfianza y hartazgo en los usuarios de los servicios, algo especialmente grave ya que estamos hablando de donantes de sangre, que con su labor altruista, solidaria y de compromiso social para con el resto de la sociedad, bien merecen un trato más respetuoso y considerado.

Consideramos que los servicios públicos, y este en particular, se deben mimar, no maltratar, como hemos relatado. En este sentido, creemos necesaria la denuncia constructiva y animamos a donantes y profesionales a no cejar, a pesar de todo. Defendamos nuestra sanidad pública, universal y de calidad, es cosa de todas.

Pilar Lopez Beorlegui, Solidari-Osasunbidea

Jose Luis Iguaz Pernaute, CGT-Osasunbidea

Fuente: CGT Osasunbidea