Las organizaciones y colectivos convocantes, satisfechos con la respuesta ciudadana.
La concentración frente a la Subdelegación del Gobierno, y posterior manifestación, reunió a unos dos centenares de personas ante un despliegue policial importante.
Las organizaciones y colectivos convocantes, satisfechos con la respuesta ciudadana.

La concentración frente a la Subdelegación del Gobierno, y posterior
manifestación, reunió a unos dos centenares de personas ante un
despliegue policial importante.

La movilización estaba convocada por un amplio espectro de
organizaciones y colectivos sociales tras un productivo proceso de
coordinación : Asociación de Derechos Humanos de Extremadura,
Asociación Socio-Cultural de Aldea Moret, C.G.T., C.N.T., Ecologistas
en Acción de Extremadura, Foro Social de Cáceres, Fundación Triángulo
Extremadura, ONG Malinche, Plataforma Antinuclear Cerrar Almaraz,
SETEM-Extremadura y STE-Ex. Aunque Izquierda Unida se distanció de la
convocatoria por problemas internos, también acudieron muchos de sus
militantes a la cita. La pluralidad, la participación de ciudadanos de
toda condición y edad, el buen clima compartido entre los militantes
de las organizaciones convocantes y la ausencia de incidentes
protagonizaron la jornada.

Tras una pancarta unitaria con el lema ’Por los derechos humanos,
Cáceres dice NO a la violencia racista y xenófoba’, la manifestación
recorrió el paseo central de la avenida de Cánovas y terminó en la
Plaza Mayor donde se leyó un manifiesto conjunto contra la violencia
xenófoba y racista en las escalinatas del Ayuntamiento. Allí se clamó
contra la criminalización de los movimientos sociales que denuncian la
violencia xenófoba y racista, se recordaron las últimas agresiones
sufridas en Cáceres y se mostró solidaridad al joven antifascista
Carlos Basas, que se recupera ya en su casa de la agresión sufrida
hace un mes por un grupo de ultraderecha. En el manifiesto también se
hacía un llamamiento a la sociedad, instituciones y medios de
comunicación para que no se trivialice este tipo de violencia y haya
una conciencia de que la violencia racista y xenófoba supone un ataque
directo a los Derechos Humanos que a todos nos toca y que merece una
respuesta social contundente. «El fascismo se cura leyendo», «No al
racismo», «De dentro y de fuera, la misma clase obrera» fueron algunos
de los eslóganes más coreados.

El frío y la amenaza de lluvia hicieron que la recomendación de vestir
«de etiqueta», para rechazar las que se han colocado a los colectivos
antifascistas, tuviera un seguimiento desigual, aunque sí hubo quien
vistió sus mejores galas.


http://www.agora.ya.com/cgtcaceres


Fuente: http://www.agora.ya.com/cgtcaceres