Alrededor de treinta turismos secundaron la convocatoria lanzada por ochos organizaciones políticas, sindicales y vecinales para de llevar a cabo una ’marcha lenta’ por un tramo de la carretera N-340 en protesta por las condiciones de la misma y los accesos existentes a las zona de trabajo y en demanda de la liberación de peaje de la autopista AP-7.

Alrededor de treinta turismos secundaron la convocatoria lanzada por ochos organizaciones políticas, sindicales y vecinales para de llevar a cabo una ’marcha lenta’ por un tramo de la carretera N-340 en protesta por las condiciones de la misma y los accesos existentes a las zona de trabajo y en demanda de la liberación de peaje de la autopista AP-7.

Los vehículos comenzaron a concentrarse a partir de las 11.00 horas en el aparcamiento de un hipermercado de Vinaròs y media hora después partieron hacia Benicarló, hasta finalizar en el polígono de El Collet.

Diversas patrullas de la Guardia Civil de Tráfico estuvieron presentes para evitar cualquier tipo de problema. La lentitud de los vehículos, que iban en caravana, produjo algunas molestias en los demás usuarios de la N-340, aunque desde el Centro de Gestión de Tráfico indicaron que no se registraron retenciones de importancia.

Durante la marcha, algunos vehículos lucían banderas de las organizaciones a las que representaban y colocaron pancartas que aludían a la peligrosidad de esta carretera.

En este sentido, el delegado en Vinaròs de Esquerra Valenciana, Lluís Terol, abogó por que Autopistas del Mediterráneo y la Generalitat lleguen a un acuerdo para suprimir el peaje de la autopista entre Peñíscola y Amposta, puesto que «si se hiciera, abría muchos menos problemas de los que hay».

Asimismo, descalificó el protocolo firmado entre el Ministerio de Fomento y la Generalitat para desdoblar la N-340. «Esto implica una destrucción de los términos municipales de Benicarló, Vinaròs y Alcanar, esto es un absurdo, simplemente abriendo la autopista, aunque solo sea para camiones, supondría una gran ventaja en esta zona, considerada uno de los puntos más negros del estado», explicó.

Además, criticó al Gobierno central porque «mete la pata hasta el gorro intentando promocionar carreteras paralelas que destrozarán los términos, esto no tiene ni pies ni cabeza».

Los convocantes de la marcha hicieron hincapié en que los accesos al polígono industrial del Collet «provocan retrasos a la hora de llegar al trabajo o a la salida del mismo». Al respecto, el secretario general en funciones de CGT en el Baix Maestrat, Carlos Martín, lamentó el «desinterés» del Gobierno.

«Quizás otras muertes dan más votos, se valora más la muerte cruenta que la de las carreteras», señaló y destacó que la carretera de Càlig es «mortal», puesto que «no tiene ni arcenes, está mal señaladas y en el Collet hay tres mil personas trabajando allí, hay gente que se tira veinte minutos para atravesar la carretera nacional, y si un trabajador solo tiene una hora para ir a comer, esto es un gran estrés, arriesga su vida».

Martín exigió que «se den fechas» para realizar obras como las anunciadas, «pero hace falta una cantidad económica que la Comunidad Valenciana se ha gastado en Valencia y Alicante», aseguró.

La marcha lenta fue convocada por los partidos Esquerra Unida (EU), Bloc Nacionalista Valencià, Esquerra Republicana del País Valencià (ERPV), Esquerra Valenciana (EV), la Associació de Veïns Migjorn y los sindicatos Coordinadora Obrera Sindical (COS) y Confederación General del Trabajo (CGT).


Par : EP