El Juzgado de lo Social número 2 de Vitoria analizará en breve la demanda por despido improcedente presentada por una mujer de 60 años contra una empresa de limpieza a la que acusa de prescindir de sus servicios un mes después de que ella denunciara ser víctima de “acoso laboral”.
El juicio estaba convocado para hoy miércoles pero ha tenido que aplazarse sin fecha porque la demandante está enferma y permanece ingresada en un centro hospitalario a la espera de diagnóstico, según informó un portavoz de la Asociación Vasca contra el Acoso Laboral-Mobbing (Aval).
Desde el hospital, Dolores T. explicó que la firma en la que trabajaba (que se ocupa de limpiar varios establecimientos de ocio en la provincia) la despidió el pasado mes de abril, alegando que debía “amortizar su puesto de trabajo debido a un descenso de la demanda” del servicio que presta.
La ex-empleada calificó esa argumentación de “incierta” toda vez que, según su versión, la empresa “colocó poco después a otra persona” en su lugar para realizar las mismas funciones. En opinión de Dolores, el “verdadero” motivo de su despido fue la denuncia por acoso laboral que había interpuesto en marzo, un mes antes de que la firma prescindiera de ella.
Según su relato, el proceso de “mobbing” de que fue víctima empezó en 2003, después de que ella decidiera “no hacer nada que excediera de mis funciones y trabajar solamente las horas que figuraban en mi contrato, ya que pretendían que hiciese doble jornada y gratis”.
La trabajadora explicó que, a partir de ese momento, comenzó a sufrir “humillaciones, vejaciones y amenazas de todo tipo”. Una situación que, sostiene, le ha acarreado diferentes consecuencias físicas y psíquicas. Y es que, “soportar ese acoso día a día es devastador para cualquier persona”, subraya.
Dolores añadió que “varios” de sus antiguos compañeros sufrieron “depresiones” y estuvieron de baja por esa causa. “Otros -concluye- fueron despedidos por no plegarse a las exigencias de la empresa.
Fuente de los datos : elcorreodigital.com.