LEÓN.- El secretario de Estado de Universidades e Investigación recibió el pasado 11 de diciembre un pequeño dossier elaborado por la sección sindical de la CGT en el Ciemat en el que se denunciaban las « contrataciones no justificadas y por lo tanto discrecionales de hijos, familiares, allegados de los directores y otras personas con influencia ante el director general ».
Así, el responsable gubernamental contaba con una confirmación interna de las contrataciones irregulares cuando compareció en el Senado para justificar los polémicos contratos del Ciemat y tildó la información de este periódico de « sensacionalista, intoxicadora, tendenciosa y amarillista » entre otros adjetivos.
El boletín interno de la sección sindical de CGT, al que ha tenido acceso este periódico (EL Mundo), afirma que « ha pasado casi un año » desde que el nuevo director nombrado por el Gobierno del PSOE tomó posesión y « la situación laboral, lejos de haberse reconducido al cauce acordado, hoy es, a nuestro juicio, irrespirable ».
CGT ha contabilizado hasta 53 « pases mágicos » (ascensos injustificados) dentro del organismo « promovidos directamente por la junta de personal y ejecutados por la dirección. Además, con la promesa del director general de atender a todos los descontentos que fuesen personalmente a referirle su ’particular agravio histórico’ ». « En resumidas cuentas -continúa la CGT- el resultado de la política de personal seguida por el actual equipo de dirección es más o menos del siguiente tenor : puestos de trabajo a troche y moche, ascensos y sinecuras para los amigos y sus familiares y allegados. Descalificaciones públicas y suspensión de derechos para los enemigos. Permanencia en el ostracismo para los indiferentes ».
Lo cierto es que hace ya un año, a principios de febrero de 2006, la CGT del Ciemat mantuvo una reunión con el director general, Juan Antonio Rubio, en la que se hablaba de « 57 contratos específicos » de los que al menos « 23 no están debidamente justificados por los distintos directores ».
En aquella ocasión, según la transcripción de la entrevista realizada por CGT a la que ha tenido acceso EL MUNDO / LA CRÓNICA, « el director general manifestó no conocer porqué se han producido algunas de las contrataciones específicas », comenta el texto de la CGT. « Nosotros le manifestamos nuestro temor de que, como viene siendo habitual, cuando salgan estas plazas las convocatorias estarán posiblemente diseñadas interesadamente para acomodarse a las expectativas de candidatos concretos, y que, en cualquier caso, no se deberían auspiciar, bajo ningún aspecto, las contrataciones no justificadas y por lo tanto discrecionales de hijos, familiares y allegados de los directores y otras personas con influencia ante el director general », continúa. La CGT no ha sido la única en denunciar los contratos del Ciemat. También CCOO puso de relieve, el 12 de junio del año pasado en una nota informativa interna del organismo su oposición a « que se realicen contratos a personas que no han sido requeridos a demostrar en ningún momento su capacidad, ni mérito para el trabajo que desempeñan y por supuesto no han sido seleccionados mediante un proceso público que garantice la igualdad de oportunidades ». Ya entonces afirmaba el sindicato que « CCOO-Ciemat intentará evitar por todos los medios este amiguismo y promoción a dedo que se quiere dar ». Recientemente (el 2 de este mes), el sindicato emitió otro comunicado a los trabajadores en el que ponía de relieve que « se han realizado contratos específicos que luego pasaron a la denominación de contratos interinos laborales, contratos irregulares para CCOO y denunciados en comunicado público a los trabajadores. No cumplían los requisitos de igualdad, mérito y capacidad y además, los interinos laborales no pasaron ninguna convocatoria cuando en sus contratos ponía que han pasado por un tribunal que CCOO-Ciemat no se le notifica ».
En resumen, que el secretario de Estado no era en absoluto ajeno, cuando compareció en el Senado, a las contrataciones a « amigos, familiares y allegados » del Ciemat, que debía generar multitud de puestos laborales para el Bierzo.
Fuente: EL MUNDO
