Un vídeo grabado con cámara oculta por la propia policía en la comisaría central de los Mossos d’Esquadra, situada en el barrio de Les Corts de Barcelona, muestra la agresión que sufrió una detenida a manos de dos agentes femeninas. La escena se produce en la sala de cacheos del centro policial, donde entra Elena P., de 23 años, nacionalidad rusa y complexión delgada. Dos agentes femeninas bastante más corpulentas que ella la colocan contra la pared. Una la esposa con las manos por delante, mientras la otra le quita los pendientes, el jersey y el sujetador.
En la grabación se intuye un diálogo ininterrumpido entre la detenida y las policías, hasta que una de las agentes le quita las esposas. La otra policía la arrincona contra una pared y le coloca las esposas por la espalda. A continuación la arrojan al suelo, le quitan las botas que calzaba y se intuye que le bajan los pantalones. Una agente abandona la sala y la detenida se levanta. La policía regresa a la sala y le da un bofetón a la detenida, la coge por el cuello y la arroja al suelo. A continuación entra en la sala una tercera policía. Entre todas atan a la mujer por los pies y la cintura, le suben los pantalones y se la llevan fuera de la sala, siempre esposada.
Elena P. declaró ayer en el Juzgado de Instrucción número 29 de Barcelona, donde se visionó esa grabación, realizada a instancias de la brigada de asuntos internos de los Mossos d’Esquadra. La mujer declaró ayer que una vez trasladada a la celda de la comisaría fue golpeada en diversas partes del cuerpo por otros dos policías. A la salida del centro policial su novio grabó un video doméstico y una hora después de quedar en libertad fue atendida en el hospital de Vall d’Hebron de Barcelona, donde se le apreciaron 38 hematomas por todo el cuerpo.
La policía que protagonizó la agresión está suspendida de empleo y sueldo por el Departamento de Interior de la Generalitat. La sala de cacheos en la que se produjo la agresión es el mismo lugar en el que se filmó también con cámara oculta otra paliza protagoniza contra otro detenido por cuatro agentes de la policía autonómica el pasado 31 de marzo. Esos cuatro agentes también están suspendidos de empleo y sueldo.
38 hematomas en Les Corts
Una nueva denuncia por abusos a detenidos arroja más sombras sobre la actuación policial en la comisaría de Les Corts
ELPAIS.com / EUROPA PRESS
El nombre de Elena P. se suma desde hoy al de otros detenidos en la comisaría de Les Corts (Barcelona) que han sido víctimas de presuntos malos tratos por parte de la policía en los últimos meses. La joven de 23 años y nacionalidad rusa, detenida el pasado 4 de abril, salió al día siguiente de las dependencias policiales con 38 hematomas repartidos por todo su cuerpo, según fuentes judiciales. La agente que supuestamente cometió la agresión está suspendida de empleo y sueldo desde el pasado mes.
Esta misma comisaría fue escenario, el pasado 31 de marzo, de una brutal paliza a otro detenido en el cuarto de cacheos. Una cámara oculta registró los golpes y las patadas propinadas por cuatro agentes de los Mossos d’Esquadra al detenido. Los cuatro -un cabo, un policía y dos agentes en prácticas- también están suspendidos de empleo y sueldo por el Departamento de Interior de la Generalitat desde el 11 de abril.
Sin vídeo oficial
A diferencia de entonces, los hechos denunciados ahora por la chica no han quedado grabados por las cámaras del centro, instaladas en la comisaría por iniciativa de la dirección del cuerpo debido a las reiteradas denuncias de varios detenidos. La grabación de las cámaras de Asuntos Internos sólo muestra el momento en que una agente propina a la detenida, que estaba esposada, un bofetón que la lanzó al suelo. Pero las imágenes tomadas por el novio de la joven horas después de salir de comisaría demuestran que salió de Les Corts con numerosas contusiones, según ha avanzado El Periódico en su edición de hoy.
La víctima fue examinada por un médico del Hospital del Mar de Barcelona poco después de su detención y su informe sólo recogía el dolor en las muñecas que la joven sufría a consecuencia de las esposas. Sin embargo, el parte médico elaborado al día siguiente por un doctor del Hospital Vall d’Hebron contabiliza hasta 38 hematomas en rodillas, caderas, hombros, espalda, cara y zona lumbar.
Burlas de los ’mossos’
Elena P., que reside en España desde los 16 años, fue detenida la madrugada del pasado 4 de abril cuando regresaba de celebrar su 23 cumpleaños. No encontraba las llaves de su casa, así que empezó a aporrear la puerta de su apartamento, que comparte con otras personas, para que la dejaran entrar.
Según ha relatado el abogado de la joven, Carlos Zanón, minutos después llegó una pareja de Mossos d’Esquadra, un chico y una chica, que empezaron a burlarse de ella. La víctima se molestó y les replicó con contundencia y los agentes acabaron arrestándola por atentado contra la autoridad. En el mismo ascensor, según la joven, empezaron a abofetearla.De camino a la comisaría la joven se quejó de dolor en las muñecas por culpa de las esposas y los agentes los condujeron al Hospital del Mar, donde un parte médico de las 2 de la madrugada sólo deja constancia de dichas molestias. A continuación, la llevaron a comisaría, donde el vídeo de Asuntos Internos muestra que fue abofeteada por una agente.
Secuelas
Ya en la sala de registros, la joven recuerda que varios agentes empezaron a burlarse de ella, de su acento y de su ropa y que le rompieron la chaqueta, el pantalón y el sujetador. Según su abogado, la víctima es de complexión delgada, mide 1,60 metros y pesa 50 kilos y es una chica «muy tímida» que ha sufrido mucho como consecuencia de lo ocurrido.
Cuando sobre el mediodía del día siguiente Elena P. salió de comisaría, su novio la pasó a recoger y la llevó al Hospital Vall d’Hebron, donde el parte médico habla de contusiones en diversas partes de su cuerpo. A continuación, se dirigió a presentar la denuncia a la comisaría de Sant Andreu, donde se topó de nuevo con la agente que la había detenido.
La mossa que supuestamente cometió la agresión está suspendida de empleo y sueldo desde el pasado abril, cuando el director general de la Policía de la Generalitat, Rafael Olmos, hizo pública la agresión a Elena P. y al joven Rubén P.M., un caso ocurrido días antes y por el que han sido imputados un cabo, un mosso y dos agentes en prácticas.
Fuente: PERE RÍOS