Ya van 59 muertos en "accidentes laborales" en Madrid en lo que va de año, ningún empresario ha ido a la cárcel
Ángel Gutiérrez, un trabajador de 46 años, falleció ayer poco después de las siete de la mañana cuando trabajaba en la fábrica de máquinas tragaperras que la empresa Recreativos Franco tiene en un polígono industrial en Arganda del Rey.
Ya van 59 muertos en «accidentes laborales» en Madrid en lo que va de año, ningún empresario ha ido a la cárcel

Ángel Gutiérrez, un trabajador de 46 años, falleció ayer poco después de las siete de la mañana cuando trabajaba en la fábrica de máquinas tragaperras que la empresa Recreativos Franco tiene en un polígono industrial en Arganda del Rey.

La víctima fue hallada entre dos planchas de una punzonadora. El aparato, de grandes dimensiones, corta y taladra los metales de las carcasas y del interior de las tragaperras.

El fallecido estaba atrapado entre dos piezas de grandes dimensiones. Para rescatar a la víctima, los bomberos tuvieron que utilizar tres gatos hidráulicos.

El secretario comarcal del sindicato Comisiones Obreras en Arganda, Carlos Calle, explicó ayer que nadie se explica lo sucedido. «Esta máquina dispone de una célula fotoeléctrica que detecta cualquier cuerpo extraño en su interior. Si esto sucede, se detiene automáticamente, por eso es bastante complicado determinar lo que pudo pasar», explicó el sindicalista.

Además, el aparato, «pese a ser nuevo», no detectó la anomalía y no se activó el mecanismo de seguridad, según CC OO.

Por su parte, UGT-Madrid afirmó que «con toda probabilidad» los sistemas de seguridad de la máquina estarían apagados y duda de que el trabajador estuviera en su puesto habitual.

Marisa Rufino, secretaria de Salud Laboral de UGT, explicó ayer que en lo que va de año han muerto 59 trabajadores «y ningún empresario ha entrado en la cárcel». Rufino exige que se depuren responsabilidades y que la Administración tome «medidas coercitivas» contra los infractores.

La federación madrileña de UGT «insiste en demandar la publicación del listado de empresas incumplidoras, así como que sea el Gobierno regional el que abandere su compromiso contra la siniestralidad personándose como acusación popular en los casos de accidentes muy graves y mortales».

Gutiérrez trabajaba en la empresa desde hacía 10 años. Estaba casado, residía en Alcobendas y era padre de dos hijos de seis y nueve años.


Fuente: ÁNGEL ZAFRA/EL PAIS