Los trabajadores del Grupo Dédalo, controlado por el grupo PRISA, se concentraban esta mañana ante sus empresas para reanudar las jornadas de paro que vienen realizando desde que la Dirección anuncio su intención de cerrar las plantas de Mateu Cromo, Dédalo Altamira y Mateu Liber en Madrid y Macro Libros en Valladolid, dejando en la calle a 600 trabajadores. Como en días anteriores tras comprobar que nadie entrabada a trabajar se dirigieron al tren para concentrarse ante la sede del grupo PRISA en la calle Gran Vía, concentración autorizada por la Delegación del Gobierno como todas las anteriores, sin embargo al llegar a la estación de Atocha el incomprensible comportamiento de un “agente de la autoridad” ha provocado un altercado que a punto ha estado de acabar en un enfrentamiento innecesario e injustificable.

Los trabajadores del Grupo Dédalo, controlado por el grupo PRISA, se concentraban esta mañana ante sus empresas para reanudar las jornadas de paro que vienen realizando desde que la Dirección anuncio su intención de cerrar las plantas de Mateu Cromo, Dédalo Altamira y Mateu Liber en Madrid y Macro Libros en Valladolid, dejando en la calle a 600 trabajadores. Como en días anteriores tras comprobar que nadie entrabada a trabajar se dirigieron al tren para concentrarse ante la sede del grupo PRISA en la calle Gran Vía, concentración autorizada por la Delegación del Gobierno como todas las anteriores, sin embargo al llegar a la estación de Atocha el incomprensible comportamiento de un “agente de la autoridad” ha provocado un altercado que a punto ha estado de acabar en un enfrentamiento innecesario e injustificable.

Cuando los trabajadores se dirigían hacia la salida de al estación de Atocha, a la que habían llegado en tren desde Pinto, han coincidido con una concentración de compañeros del sector ferroviario que estaba siendo controlada por un fuente contingente de la policía. Los trabajadores de uno y otro grupo han intercambiado consignas y reivindicaciones, y cuando el grupo de Dédalo iba a salir de las instalaciones y de forma incomprensible un agente (suponemos que estaría de “lunes”) ha considerado amenazada su seguridad y ha “desenfundado” la porra, intentando golpear con ella a nuestro compañero, quien ha esquivado la agresión. A continuación varios agentes han acudido en apoyo de su compañero mientras el trabajador, asustado ante lo que se le venía encima, ha echado a correr.

Todo podía y debía haber acabado ahí, pero un Vigilante del Metro ha querido ser más papista que el papa y ha interceptado al corredor con una zancadilla traicionera. El golpazo ha sido de aúpa, siendo inmovilizado en el suelo, momento éste que han aprovechado algunos policías más para dejar un recuerdito en el cuerpo del indefenso trabajador. Varios compañeros de la empresa pudieron recoger al herido y trasladarlo a un centro médico, donde está siendo atendido de diversas contusiones, siendo lo más grave la rodilla, que presenta una severa inflamación que imposibilita la flexión de la misma.

Tras algunos instantes más de tensión, la cordura de los concentrados ha impedido que el injustificable comportamiento de un policía convirtiera una protesta de trabajadores en una batalla campal, y todo ha transcurrido sin más incidentes hasta la disolución de la concentración en Gran Vía, 32, hacia las 14:00 horas.

Solo nos cabe esperar que la marcha que tendrá lugar mañana desde la estación de metro de Villaverde Bajo Cruce hasta la sede de PRISA en Gran Vía, 32 entre las 10:00 y las 14:00 horas sea presidida por la tranquilidad que hemos disfrutado en movilizaciones anteriores.


Fuente: Secretaría de Comunicación Sindicato de Artes Gráficas, Papel y espectáculos de Madrid. Fotos : David Fernández.