Un total de 26 inmigrantes de Terrassa (Barcelona) se han encerrado en el local de la CGT de la ciudad para pedir la regularización de los ’sin papeles’. Los encerrados, jóvenes y de origen marroquí, iniciaron la huelga de hambre el pasado 2 de abril, con las huelgas iniciadas en diversos barrios de Barcelona, y este sábado se encerraron.

Un total de 26 inmigrantes de Terrassa (Barcelona) se han encerrado en el local de la CGT de la ciudad para pedir la regularización de los ’sin papeles’. Los encerrados, jóvenes y de origen marroquí, iniciaron la huelga de hambre el pasado 2 de abril, con las huelgas iniciadas en diversos barrios de Barcelona, y este sábado se encerraron.

El encierro esta coordinado con los que se desarrollan en Barcelona y se alargara por lo menos hasta el próximo sábado 16 de abril, fecha en que se celebrará una asamblea general, según el portavoz de la Asociación por la Regularización Sin Condiciones, Enrique Mosquera, que también es miembro del grupo de apoyo a los encerrados.

Éste es el primer encierro que se organiza en Terrassa y reivindica que el certificado de empadronamiento se sustituya por otros medios de prueba, que no se limiten los papeles a los que puedan conseguir un contrato laboral y que se amplíe la duración del período extraordinario.

Los inmigrantes han empezado una huelga de hambre indefinida y están en contacto con Cruz Roja y algunos médicos voluntarios que se han ofrecido a cuidar de su salud. Únicamente ingieren agua, zumos, suero y azúcar.

Una cincuentena de ciudadanos de Terrassa, que se organizan bajo el nombre de Grupo de Soporte a los Encerrados vela por su seguridad y ha organizado diversas actividades por la ciudad para dar a conocer la situación de los inmigrantes y concienciar a la población. Andrés, miembro de esta entidad, pide a los ciudadanos colaboración ya que ahora mismo se necesitan «mantas, colchones, agua, azúcar, zumos y suero».

En estos momentos cuatro patrullas del Cuerpo Nacional de Policía vigila los alrededores del edificio de la CGT y pide documentación a los que se acercan y la Policía Local hace controles en las entradas de la ciudad.

Enrique Mosquera aseguró que «la Policía les coacciona y su presencia es insoportable». Este miembro del grupo de soporte a los encerrados recriminó al Delegado del Gobierno central en Catalunya, Joan Rangel, que el que «esta poniendo la pistola encima de la mesa es el ya que está presionando con los agentes policiales». Según Mosquera, actualmente hay más de 450 personas en huelga de hambre y diez de ellas han tenido que ser hospitalizadas. En breve más inmigrantes se encerraran en dos nuevos locales situados en Barcelona y Cornellà de Llobregat (Barcelona), según este portavoz.

EP