Un sentencia considera accidente de trabajo una depresión causada por acoso moral

  •  El fallo del Tribunal Superior de Justicia ratifica otro anterior que dio la razón al ex jefe de Vivienda de la Comunidad Autónoma
  •  Rechazados los recursos de una mutua y del Gobierno regional
    Un sentencia considera accidente de trabajo una depresión causada por acoso moral

  •  El fallo del Tribunal Superior de Justicia ratifica otro anterior que dio la razón al ex jefe de Vivienda de la Comunidad Autónoma

  •  Rechazados los recursos de una mutua y del Gobierno regional

    El Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR) ha confirmado una sentencia que considera accidente de trabajo la depresión sufrida por el funcionario de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno regional I.F.M., tras ser sometido a una situación de acoso laboral o ’mobbing’.


    El pasado mes de marzo, el PSOE hizo pública una sentencia que vinculaba a altos cargos del Gobierno del PP (Antonino Burgos, Ángel Salinas y Aránzazu Vallejo) en un caso de acoso laboral al antiguo jefe de Vivienda de la Consejería.

    Otro fallo judicial dio posteriormente la razón al funcionario, que recurrió con éxito la decisión del Gobierno de relevarle de su cargo. El caso acabó llegando al Parlamento.


    El fallo de la Sala de lo Social del TSJR, al que tuvo acceso la agencia Efe, rechazó los recursos que interpusieron la Mutua Universal Mugenat y la Comunidad Autónoma de La Rioja a otra sentencia publicada en marzo de este año. Los hechos comenzaron el 15 julio del 2003, cuando el funcionario, de 55 años en la actualidad, se reincorporó a su puesto de trabajo, después de haber sufrido un infarto en septiembre de 2002.

    Otra demanda

    I.F.M. ya había presentado otra demanda para que el infarto le fuera considerado como enfermedad laboral, rechazada por el TSJR, que, sin embargo, constató que había sufrido el acoso o intimidación por parte de tres altos cargos del Gobierno regional. Esta sentencia estima que este funcionario fue sometido, a partir del verano del 2003, a una « conducta de acoso moral por parte de sus superiores, que se materializó en desposeerle de la funciones que anteriormente venía realizando como jefe del Servicio de Vivienda, adjudicando ésta, en comisión de servicios, a un antiguo subordinado suyo ».

    A I.F.M. le fue adjudicada entonces una nueva jefatura de sección, la de Calidad, « sin prácticamente contenido, limitada a la actividad de control de los laboratorios, para cuya realización no se le dispensaron los medios técnico científicos, personales ni materiales, aislándolo de sus compañeros, sin personal a su cargo ».

    Todo este proceso se llevó a cabo « mediante una reestructuración de secciones, en la que sólo se vio afectado I.F.M. y sin atender sus superiores las reiteradas peticiones de este trabajador de que se le concretasen sus funciones ».


    Fuente: larioja.com