Un joven pakistaní ha sido víctima de lo que se considera un crimen de honor como castigo por casarse con una mujer sin el consentimiento de la familia de la chica.

Un joven pakistaní ha sido víctima de lo que se considera un crimen de honor como castigo por casarse con una mujer sin el consentimiento de la familia de la chica.

En la ciudad de Multan, en la provincia de Punjab, Mohammed Iqbal era atacado por un grupo de treinta personas, en su mayoría familiares de su mujer.

Como consecuencia de la agresión, Iqbal ha sufrido severas mutilaciones en las orejas y la nariz.

Este tipo de crímenes de honor, agresiones físicas y sexuales contra hombres y sobre todo mujeres que se han relacionado sentimentalmente sin el acuerdo previo de las familias, son habituales en los feudos más tradicionales en el subcontinente indio.

El caso reciente de más trascendencia internacional ha sido el de Mukhtar Mai, la mujer que consiguió que los tribunales civiles le dieran la razón en un caso de violación múltiple por un crimen de honor ordenado por un tribunal islámico.

Grupos pro derechos humanos calculan que mueren al año 1.000 mujeres en Pakistán como consecuencia de crímenes de honor.


Fuente: casaasia