Donostia. El trabajador de la construcción Joxe Kruz Urretabizkaia Iturralde, de 53 años de edad y vecino de Hernani, pasó ayer a engrosar la larga lista de fallecidos en accidentes laborales en Euskadi. El trabajador perdió la vida hacia las 11.00 horas de la mañana de ayer tras ser sepultado por un corrimiento de tierras en las obras de construcción de la nueva urbanización de Lugaritz, entre los barrios de Lorea y Aiete, en Donostia. El siniestro se produjo un día después de que un incendio acabase con la vida de otro trabajador en un siniestro acaecido en la localidad vizcaína de Elorrio.
El operario fallecido en Donostia se encontraba en una zanja de escasa profundidad, abierta en el camino de los Pinos, cuando uno de los lados de la trinchera se derrumbó y le alcanzó de pleno. Según el informe preliminar elaborado por Osalan, la zanja que cayó parcialmente no había sido estibada, es decir, se encontraba sin el necesario apuntalamiento con maderas para evitar accidentes. Al parecer, un grupo de trabajadores que se hallaba en su interior para colocar una tubería fue conminado a salir. Sin embargo, la mala suerte quiso que el afectado retornase a recoger una herramienta, momento en el que se produjo el fatal desprendimiento.
Según fuentes conocedoras del caso, el terreno en el que se produjo el corrimiento es de carácter blando e inestable, lo que pudo producir el desprendimiento que sepultó hasta el pecho al operario. Además de la tierra, cayeron sobre él algunas lajas, una de las cuales le seccionó las dos piernas, según las informaciones facilitadas por los bomberos de Donostia.
Nada más producirse el accidente se personaron en el lugar agentes de este cuerpo, que extrajeron al trabajador atrapado en la tierra, así como ambulancias y la Guardia Municipal. Los servicios médicos intentaron reanimarle en una ambulancia medicalizada, aunque no consiguieron su propósito, quizás por la gran pérdida de sangre derivada de la amputación de los miembros inferiores.
Al lugar de los hechos se dirigió también un técnico de Osalan, con la finalidad de estudiarin situ el accidente y determinar sus causas, así como posibles responsabilidades en los responsables de la obra.
El trabajador fallecido pertenecía a la empresa Moyua que, a su vez, forma parte de la UTE Lugaritz, junto a la también constructora Amenabar. Esta unión temporal de empresas es la encargada de la construcción del nuevo barrio de Lugaritz, junto el centro asistencial Matía y el barrio de Gurutze, y que contará con cerca de 250 viviendas de precio libre, además de 16 de protección oficial.
Un testigo de la extracción del cuerpo del operario de la tierra que le sepultó parcialmente, explicó a este diario que «junto a él se encontraba la pala de una excavadora, aunque, al parecer, no tuvo que ver en el accidente». Asimismo, esta persona, vecina del cercano barrio de Gurutze, manifestó que «el terreno en el que se ha producido el accidente corresponde al sendero de Gurutze, que es una zona de tierra muy inestable, que los caseros de la zona denominan tupa» .
obras desde hace tres años La zona de Lugaritz, escenario del accidente de ayer, acoge obras desde hace tres años, que han provocado numerosas protestas de los vecinos del barrio de Gurutze, a causa del continuo paso de camiones y la suciedad que generan estos trabajos en el entorno. Aunque en la actualidad la obra se encuentra ya en fase de urbanización y edificación, en sus inicios se produjeron numerosos movimientos de tierra para adecuar el terreno a su diseño definitivo. El pasado mes de septiembre, los vecinos de Gurutze presentaron 250 firmas y un centenar de fotografías al alcalde donostiarra, Odón Elorza, como muestra de su disconformidad con el estado que presenta el barrio.
Tras el siniestro, ANV de Donostia introdujo ayer en el registro del Ayuntamiento un escrito para solicitar que el Pleno apruebe una moción de condena hacia este nuevo accidente laboral en el ámbito de la construcción.
Este último accidente eleva la triste estadística de siniestros laborales mortales que, según quien la realice, varía de forma notable. Así, ELA contabiliza 78 fallecidos en lo que va de año en Euskadi, mientras que LAB considera que ha habido más de 80. Por su parte, UGT cifra las muertes en el trabajo desde enero en 75 y CCOO cree que han sido 53. Por otro lado, Osalan ofrece datos únicamente hasta septiembre, mes en el que, según el instituto dependiente del Gobierno Vasco, se contabilizaban 38 trabajadores muertos, 11 de ellos en la construcción.
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