Se acerca diciembre, el mes más consumista del año y desde diferentes colectivos se proponen alternativas. «Lo primero es cambiar el chip y no pensar siempre en comprar cuando necesitamos cualquier bien o servicio, sino tener también en cuenta otras opciones», afirma Águeda Ferriz, impulsora de la cooperativa Trueque en Acción.
Las cooperativas de trueque y los bancos de tiempo tienen una idea en común : acceder a productos y servicios sin necesidad de dinero. Ideas que se mostrarán el próximo 24 de noviembre, cuando se conmemora el Día sin Compras. La celebración tiene su origen en Canadá, donde hace 14 años un publicista, Ted Dave, harto del despilfarro decidió actuar bajo el lema «lo bastante es suficiente».
Entre las actividades que tendrán lugar en Madrid, destaca un mercadillo en el que se intercambian productos, entre los que suelen dominar los relacionados con la música, la lectura, la ropa y la bisutería. No hay intención ni capacidad de cubrir todas las necesidades de consumo (por ejemplo, no hay intercambio de alimentos). Pero la oferta se complementa con los bancos del tiempo, donde se intercambian servicios.
Jesús Silván promovió hace dos años desde el Ayuntamiento de Leganés la creación de una de estas asociaciones. «Entrevistamos a jóvenes de entre 18 y 35 años para que nos digan cuáles son sus habilidades y experiencias laborales o formativas y cuáles están dispuestos a compartir», explica.
Una comisión lleva la cuenta de cada socio (cuánto tiempo aporta y recibe) para que no haya grandes desfases entre lo que se da y lo que se toma. En el Banco del Tiempo de Leganés predominan las actividades de ocio : clases de guitarra y baile, sesiones de masaje, rutas guiadas por el campo.
Rubén Corchado cuenta su experiencia : «Yo recibí unas clases de inglés y, a cambio, he hecho de guía en rutas botánicas por la sierra e históricas por el Madrid de los Austrias».
En Alcobendas, funciona el Banco del Tiempo Zona Norte, abierto a todas las edades. Su presidenta, Isabel Moncada, habla de la necesidad de abrirse para que participe más gente : «El 2 de diciembre montaremos un mercadillo del tiempo en la Casa de las Asociaciones para darnos a conocer más».
Chapuzas, mudanzas, préstamo de coches, bicicletas, patines e incluso tiendas de campaña son ejemplos comunes. El servicio es colectivo y no hay por qué devolverlo a la misma persona que lo prestó. Cada uno elige el momento y la forma para devolver ese trabajo, de manera que el sistema es flexible para personas con todo tipo de horarios.Y todo se paga a través del trueco. «Un trueco tiene el valor de un par de calcetines y 50 equivalen a una hora de trabajo», aclara Águeda,
«A partir de ahí, cada uno negocia la cantidad porque no es lo mismo la calidad de una hora para una persona que para otra», concluye Águeda Ferriz.
Abstinencia consumista
También se podrá participar en el juego de ritmos Dúm, taka-dúm, takadúm con cualquier utensilio (cazuela y cuchara, botella de anís, latas o botes…), incluso con las manos y los pies. De 18.30 a 21.00 en el local de Ecologistas en Acción.
Fuera de agenda se enmarcan los Quince Días de Comercio Justo de Alcampo, que hasta el 25 de noviembre fomentan la venta de productos de alimentación con la colaboración de Intermón Oxfam.
Fuente: JAVIER RICO. EL PAIS