El vigilante minero Andrzej Salapat, polaco, de 41 años de edad, falleció ayer en accidente laboral en el pozo María Luisa, en Langreo, al caer entre las plantas décima y subdécima cuando desmontaba un equipo de contención que se emplea como sistema de seguridad cuando se extrae el carbón con la rozadora. El suyo es el tercer accidente mortal registrado en la minería de la región en lo que va de año.
El trabajador, que se precipitó desde 75 metros de altura cuando desmontaba un equipo de contención, se convierte en la tercera víctima mortal de la minería de este año
El vigilante minero Andrzej Salapat, polaco, de 41 años de edad, falleció ayer en accidente laboral en el pozo María Luisa, en Langreo, al caer entre las plantas décima y subdécima cuando desmontaba un equipo de contención que se emplea como sistema de seguridad cuando se extrae el carbón con la rozadora. El suyo es el tercer accidente mortal registrado en la minería de la región en lo que va de año.
El suceso se produjo a las ocho y cuarto de la mañana. Según explicaron fuentes de Hunosa, el trabajador, que tenía la categoría de vigilante de interior, se encontraba con otros cuatro mineros realizando labores de desmontaje de los equipos del tajo, cuando sufrió una caída que le provocó graves lesiones.
El accidente tuvo lugar en el taller que explotaba la capa de carbón Trabanco. El minero estaba retirando un complejo aparato de mecanizado integral. Según explicaron varios de sus compañeros en un lenguaje más coloquial : « Se trata de unas pilas metálicas que sujetan el techo y los muros para que éstos no se hundan mientras se utiliza la rozadora. Cuando finaliza la actividad en el taller hay que retirarlas para utilizarlas en otro ».
El vigilante cayó entre las dos plantas, desde una altura que no ha podido ser precisada por Hunosa, pero que como máximo podría haber sido de 75 metros, que es la distancia que separa la planta décima de la undécima. En cualquier caso, todo apunta a que la caída tuvo que haber sido desde una altura considerable, habida cuenta de que el fuerte impacto recibido fue lo que le causó la muerte momentos más tarde. Los compañeros que estaban con Andrzej Salapat en el momento en que ocurrió el accidente alertaron del suceso y, ellos mismos, recuperaron el cuerpo malogrado del vigilante. En el exterior de las instalaciones del pozo María Luisa recibió los primeros auxilios para, acto seguido, ser evacuado al Hospital Valle del Nalón donde se le practicó, sin éxito, una reanimación cardio-pulmonar.
Tenía tres hijos
Desde este centro sanitario, el cuerpo sin vida del minero fue trasladado al Hospital Central de Asturias, de Oviedo, donde se le practicó la autopsia. Seguidamente, el cadáver fue llevado a los velatorios de Mieres.
Andrzej Salapat estaba casado y tenía tres hijos. Desde 1997 trabajaba para la empresa Hunosa a través de distintas subcontratas. En el pozo de María Luisa desarrollaba las funciones de vigilante desde el año pasado.
El funeral por su muerte se oficiará mañana, en la iglesia Convento de los Padres Pasionistas, en Mieres, a las cinco de la tarde. Entre tanto, los familiares del fallecido preparan los trámites para la repatriación del cuerpo a su país de origen, Polonia.
Fuente: el comercio
