En coma tras una brutal paliza
"Hija de puta, como levantes la cabeza te hacemos lo mismo que a él". Las palabras resuenan en la cabeza de María, madrileña de 16 años, casi un mes después de escucharlas. Entonces, unos encapuchados propinaron tal paliza a su novio, Mourad Mortabit, marroquí de 21 años, que estuvo 19 días en coma.
En coma tras una brutal paliza

«Hija de puta, como levantes la cabeza te hacemos lo mismo que a él». Las palabras resuenan en la cabeza de María, madrileña de 16 años, casi un mes después de escucharlas. Entonces, unos encapuchados propinaron tal paliza a su novio, Mourad Mortabit, marroquí de 21 años, que estuvo 19 días en coma.

Desde hace cuatro días el joven mueve la nariz y abre los ojos, pero no puede hablar. Permanece con respiración asistida en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de la capital. «No sabemos qué ha pasado y tenemos miedo de que pueda volver a ocurrir», dice la madre del joven, Maouloda Boukarou. Desde que ocurrió el suceso el 28 de septiembre no se ha separado del hospital. María siempre la acompaña.

Ahora que ven una esperanza de recuperación la joven se atreve a hablar de aquel día.Era por la noche, sobre las diez y media. Los dos jóvenes estaban en el coche de Mourad en un camino de tierra a las afueras de Navalcarnero, la localidad donde residen los dos. «Hablábamos y de repente vi en la ventanilla a un chico con pasamontañas», cuenta María.

Dice que todo pasó muy rápido : el atacante rompió el cristal y le sujetó la cabeza contra las piernas. Justo antes acertó a ver cómo sacaban a su novio del coche. La joven intentó zafarse una vez, pero su agresor la amenazó con golpearla. Y poco más recuerda, el miedo que pasó le ha bloqueado la mente.

En busca de Mourad

Cuando María sintió que se atacante se marchaba se decidió a salir del coche. Antes gritó varias veces : «Quería asegurarme de que realmente se había ido». Tardó unos instantes en encontrar a Mourad. Lo vio tirado en el suelo a unos cientos de metros del coche.

«Tenía la cabeza llena de sangre, no podía hablar, pero sí se pudo levantar y caminar un poco». Se movían hacia el coche y entonces vieron cómo otro vehículo se dirigía a toda velocidad hacia ellos. «Ya está», pensó la joven, «vienen a rematarnos». Pero no. Un hombre paró junto a ellos y les llevó al hospital de Alcorcón.

Lo que en un principio creyeron simples heridas de los golpes se convirtió en una lucha entre la vida y la muerte. «Nos dijeron que tenía una lesión cerebral y que había que trasladarle de hospital porque tenían que operarle», explica la madre del joven, Moulada Boukarou, de 41 años.

Tras pasar por el quirófano, el joven quedó en coma. «A los 14 días los médicos nos dijeron que no había esperanza, pero desde hace unos días abre los ojos», cuenta su progenitora.

Moluada y su hijo viven desde hace 10 años en Navalcarnero. La mujer asegura que nunca han recibido amenazas racistas ni de ningún otro tipo. «Mourad se lleva bien con todo el mundo», afirma su novia.

Trabaja en una empresa de construcción y su pasión son los coches. Sus esperanzas por saber lo que ocurrió están en él : confían en que se recupere del todo y cuente quién le dejó en coma durante 19 días.

EL CASO

Presunto autor

La familia cuenta que un joven de 19 años, al que conocen de vista de Navalcarnero está en la cárcel por ser uno de los presuntos agresores.

Ajuste de cuentas

El joven detenido acusó hace un mes y medio a Mourad de haberle roto una ventana del coche. Una investigación lo descartó. La familia del marroquí cree que en venganza pudo participar en la agresión. Fuentes de la investigación, que realiza la Guardia Civil, creen que la agresión pueda estar relacionada con un ajuste de cuentas.

Ayuda tras aviso

El hombre que llevó a la pareja al hospital resultó ser el padre de uno de los sospechosos. María lo vio al declarar ante el juez. Le contaron que posiblemente uno de los supuestos agresores se asustara tras la paliza, se lo contó a su padre y éste fue a socorrerles.

¿Paliza racista ?

Tanto la novia de Mourad como su madre no descartan que la paliza tenga connotaciones racistas.


Fuente: publico.es