Un hombre ha quedado en libertad en Madrid tras intentar secuestrar y matar a su mujer. El magistrado ha asegurado al diario El País que ha tomado esta decisión, pese a que el denunciado iba armado con una pistola, porque la ley de enjuiciamento criminal impide decretar prisión si antes no lo solicita el fiscal o alguna de las partes, y en este caso no lo han hecho.
El presunto agresor intentó secuestrar a su mujer el pasado jueves metiéndose en el coche de ésta con un trapo impregnado de cloroformo. Se lo puso a la mujer en la cara, pero la víctima consiguió huir.
El hombre no dudo de su empeño y volvió a perseguirla. Varios testigos llamaron entonces a la policía, lográndose que el agresor fuera arrestado. En la detención los agentes se incautaron de una pistola lista para ser disparada.
El detenido ha pasado a disposición judicial acusado de lesiones, malos tratos y tenencia ilícita de armas.
El juez de oficio que ha puesto al hombre en libertad insiste en que no pudó acordar la prisión si no se lo pedía el Ministerio fiscal. Fuentes del Consejo General del Poder Judicial afirman que el magistrado ha actuado correctamente, ya que se han tomado medidas cautelares al dictar una orden de alejamiento.
El fiscal no ha pedido prisión, pero -según Ángela Alemany, directora de la Asociación de Mujeres Juristas Themis- no se descarta que se pueda pedir a lo largo del proceso.
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