Un hematoma en el pómulo y en uno de los ojos, hinchazón en la mandíbula y diferentes moratones distribuidos en alargadas marcas por los brazos, costillas y otras partes del cuerpo son las evidentes señales que se observan en el cuerpo de R.A. Según ha denunciado este joven de 18 años, interno en el Centro de Reforma para menores ‘El Pinar’, éste es el resultado de una paliza propinada por cinco vigilantes, que entraron en su celda para re

Un hematoma en el pómulo y en uno de los ojos, hinchazón en la mandíbula y diferentes moratones distribuidos en alargadas marcas por los brazos, costillas y otras partes del cuerpo son las evidentes señales que se observan en el cuerpo de R.A. Según ha denunciado este joven de 18 años, interno en el Centro de Reforma para menores ‘El Pinar’, éste es el resultado de una paliza propinada por cinco vigilantes, que entraron en su celda para re

Según la denuncia, presentada en el juzgado de instrucción número 19 de Madrid, R.A, de origen marroquí, le pidió a una de las vigilantes del pasillo que le devolviera un ‘walkman’ de su propiedad. Al ver que su reclamación no era satisfecha, perdió los nervios y le propinó una patada a una silla de plásticos de su celda, según aparece en la denuncia.

El joven, con problemas de movilidad por el dolor de los golpes, declaró a sus abogadas, tal y como se narra en el texto presentado al juez, que “cinco vigilantes entraron en la celda, con un escudo antivandálico en la mano, las porras (distintas a las defensas de goma que portan habitualmente los vigilantes por ser estas más largas) y los grilletes”.

Siempre según la declaración del joven ante sus abogadas, uno de los vigilantes “con gafas” sujetaba sus manos para reducirlo al tiempo que recriminaba al resto de sus compañeros el que estuvieran golpeando al chico. El joven también relató a las letradas que redactaron el texto de la denuncia que uno de los vigilantes, “de pelo moreno y ondulado”, le propinó uno de los primeros golpes en el ojo derecho.

Según la denuncia, los guardias tumbaron a R.A en el suelo y le pusieron los grilletes y, en esa postura de absoluta indefensión, continuaron pegándole. En ese momento, según el texto presentado en el juzgado, “uno de los vigilantes golpeó la cabeza del menor contra la pata de la cama y, mientras le pisaba la cabeza, le dijo “vas a sufrir” hasta que el menor se mareó”.

Foto de los golpes La paliza fue tal que el joven “mostraba evidentes signos de dolor y dificultad para hablar por los dolores en la mandíbula”, según se afirma en el texto redactado por las abogadas.

InformativosTelecinco.com se ha puesto en contacto con la dirección del Centro de Reforma ‘El Pinar’ para conocer su versión de los hechos. Desde el centro se han negado a hacer declaraciones.

Un fax al juzgado

Estos centros pueden llevar a cabo cuatro modelos de contención de un menor : la reducción física, los grilletes, la defensa de gomas o porras y el aislamiento provisional. Pero estas medidas han de ser comunicadas por los funcionarios a la dirección del centro y ésta debe, de forma inmediata, comunicarla por fax al juzgado correspondiente.

En el caso de R.A, el juzgado no recibió dicho fax, según asegura una de las abogadas que ha redactado la denuncia.

InformativosTelecinco.com también se ha puesto en contacto con la oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, que, por el momento, no va a llevar a cabo ninguna actuación ya que el caso se encuentra bajo investigación judicial.

Este supuesto caso de malos tratos no es el único denunciado en España. En febrero de este mismo año, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH) presentó un informe sobre recortes de libertades, con denuncias de 72 menores residentes en ocho centros de reforma andaluces, entre las que destacaba la de un joven que aseguraba haber sido sujetado “a una cama de hierro sin colchón en una habitación durante varias horas y golpes con la porra por parte del personal de seguridad”.


Fuente: Informativos Tele 5.