Varios de los supervivientes arrastran secuelas graves. Uno de ellos, que llegó a territorio español y que fue expulsado, ha perdido la visión de uno de sus ojos

NICOLÁS CASTELLANO

NICOLÁS CASTELLANO

Informes médicos independientes encargado por la ONG señalan la existencia de lesiones, tanto en los muertos como en los heridos, compatibles con impactos de balas de goma. De hecho, en los cadáveres aparecen heridas que presumiblemente provocadas por las pelotas de goma podrían tener relación directa con los fallecimientos, junto al efecto de los gases lacrimógenos. Varios de los heridos por los pelotazos de la Guardia Civil han perdido la visión o tendrán secuelas físicas para siempre. La Guardia Civil expulsó a menores, dos malienses por perfil de solicitantes de asilo, mujeres y a inmigrantes heridos.

 

La ONG que ha ayudado a los supervivientes ha concluido su informe pericial sobre lo sucedido el 6 de febrero. Basado en los testimonios de 28 supervivientes procedentes de Senegal, Togo, Costa de Marfil y Camerún a los que han entrevistado en las ciudades de Tánger, Fniq, Mdiq, en los bosques próximos a Fniq y a la frontera con Ceuta . Además de las entrevistas con cada superviviente , se realizaron dos grupos de discusión en los que los inmigrantes «visionaron los distintos vídeos sobre los hechos encontrados en los medios de comunicación y se analizaron las intervenciones y declaraciones públicas de las autoridades». Ca-minando Fronteras ha realizado acompañamientos médicos a los heridos a los hospitales Hassan II de Castillejos y Mohamed V de Tánger. Además esta organización ha sido clave para poder identificar a 13 de los 15 fallecidos, visitando las morgues de Fniq y Mdiq, acompañando incluso a dos familiares para el reconocimiento de cadáveres.

«Informe de análisis de hechos y recopilación de testimonios de la tragedia que tuvo lugar el 6 de febrero de 2014 en la zona fronteriza de Ceuta» elaborado por miembros del Colectivo CA-minando Fronteras en el que se incluyen además informes médicos aportados por distintos facultativos.

Esta organización fue la primera en recibir la llamada de un superviviente desde la misma playa alertando de muertos y heridos «y que esta situación era resultado de la actuación de agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado , en concreto de la Guardia Civil». Con el informe , esta ONG se ha marcado los objetivos de «recabar testimonios de los supervivientes que quedaron o fueron expulsados a Marruecos con el fin de que puedan unirse a otras versiones de los hechos y así permitir una reconstrucción lo más fiable de la tragedia» y por otro lado «aportar pruebas que permitan depurar responsabilidades y que puedan unirse a las investigaciones que desde las autoridades o desde otras organizaciones de la sociedad civil se estén llevando a cabo». En el informe se ha tenido en cuenta «la necesidad de huir de tópicos, prejuicios y del lenguaje militarizado» sobre la inmigración.

Además de las secuela físicas uno de las principales dificultades que se han encontrado los autores del informe a la hora de recabar testimonios ha sido el «síndrome del estrés post traumático provocado por la tragedia ente la mayoría de las víctimas a las que encontramos con ansiedad , inseguridad y miedo».

El relato de los hechos según los jóvenes entrevistados por la ONG

Según el informe aproximadamente 300 personas salieron de madrugada de los distintos puntos de los bosques próximos a Ceuta llegando sobre las 6 de la mañana del 6 de febrero a la zona del Tarajal. Las fuerza marroquíes «lograron parar a unas 100 personas en lo que los testigos llaman la última carrera» y según los testimonios de los inmigrantes entrevistados unas 200 pudieron llegar al mar, de ellos 10 mujeres, y en ese momento es cuando «los testimonios empiezan a citar la intervención de la Guardia Civil». Insisten los supervivientes que «en el momento de entrar al agua constataron los disparos de la Guardia Civil».

Según el informe «dicen que al principio disparaban al aire pero cuando empezaron a llegar a la zona española, la Guardia Civil empezó a disparar a los cuerpos de las personas que se encontraban en el agua» . Uno de los supervivientes asegura en este documento pericial que será entregado al juzgado que » Las primeras veces han disparado al aire, cuando se han dado cuenta de que estábamos llegando a la parte española, pasábamos la «desviación» (en referencia al espigón) entonces han disparado a los cuerpos. A mí la primera bala me ha llegado a la espalda y la segunda a la mandíbula» afirma uno de estos jóvenes.

Todos los testimonios recogidos por esta organización señalan que los agentes de la Guardia Civil «tiraban sobre los flotadores y que muchas de las balas de caucho alcanzaron partes vitales de los cuerpos, sobre todo la cabeza y la cara». Insisten además en las entrevistas todos los jóvenes que «los disparos se producían a corta distancia» de ellos y que «los Guardias Civiles apostados en el espigón utilizaban las culatas de sus armas para impedir que los inmigrantes se agarrasen a las rocas». Algunos heridos aseguran que «un agente disparó sobre sus cabezas mientras estaban tumbados en la arena» según su testimonio. Otros aseguran que les dispararon desde la torre de control de la frontera, incluso » una vez que los cadáveres se encontraban en la playa».

Los testimonios también contradicen la versión oficial del Gobierno español en cuanto al papel de las embarcaciones que se acercaron a la playa «usaron material antidisturbios» dice el informe.

19 de las personas entrevistadas dicen que los gases les produjeron picores en los ojos, «ceguera temporal, picor intenso en la nariz y sensación de ahogo», de hecho 3 de los heridos padecieron irritación pulmonar que duró hasta 72 horas. Uno de ellos afirma «de golpe veo un humo que se eleva desde el agua, era el gas lacrimógeno que lanzaban , eso ahogada a las personas. Personalmente me he desmayado, la única imagen que me ha quedado en la cabeza es la de mi amigo, con quien iba siempre y con el que he llegado a Marruecos y que ha perdido su vida. La única imagen que recuerdo es la del humo que se elevaba desde el agua».

Sobre las acusaciones de las autoridades españolas sobre la violencia presuntamente empleada por los inmigrantes, estos afirman en el informe que «cuando vimos los cuerpos en el suelo hemos rezado y cantado el himno nacional y después hemos cogido piedras y hemos lanzado piedras al «mirador»( la torre de vigilancia). Estábamos nerviosos. Los Guardias continuaban tirando incluso después de tener los cuerpos allí en el lado marroquí»

Los testigos coinciden en describir la escena «de pánico, con los Guardias Civiles apostados en el espigón y la playa, las dos embarcaciones y la torre de control, con disparos y gases lacrimógenos en el agua», uno de los jóvenes dice que » nos bloquearon en el agua, no había manera de volver ni para adelante ni para detrás, estábamos bloqueados por los marroquíes de un lado y por los españoles pegando del otro». Uno de ellos concluye que «pensábamos que cuando llegas al agua y a la zona española estás ya protegida».

«Falta de socorro» y primeros auxilios

Los testigos han asegurado a los autores del informe «la falta de socorro por parte de la Guardia Civil española, describen escenas en las que los inmigrantes intentan acceder a las rocas pidiendo ayuda y los agentes les empujan de nuevo hacia el mar» según consta en este documento. Uno de los inmigrantes dice que fue testigo de cómo » 4 personas querían ir hacia el barco y empezaron a pegarles».

Además destacan que no sólo hubo falta de medios de salvamento sino que » las autoridades españolas no colaboraron para rescatar los cuerpos». En todos los casos mencionan que fueron los propios inmigrantes, ayudados por agentes marroquíes, los que llevaron a los muertos a la costa de Marruecos, y mencionan a un joven de 16 años «buen nadador» que sacó dos cadáveres.

Es destacable además en su relato que cuatro de los testigos hablan de que tres de los fallecidos » tenían un latido débil cuando llegaron a la playa, y que la ambulancia marroquí tardó entre 45 minutos y una hora en llegar y no pudieron salvarles la vida».

«Había tres personas que llegaron a la playa que aún respiraban. A J. le pudieron reanimar, al resto no. I.K. estaba muerto, J. no se movía, los ojos estaban en blanco, Pero su corazón latía un poco, hemos metido el bastón en la boca. El problema es que la ambulancia llegó muy tarde» describe un superviviente.

Según se dice en el informe» la opinión de todos los testigos entrevistados es que si la Guardia Civil hubiese colaborado en el rescate de los que se estaban ahogando, posiblemente hubiesen salvado sus vidas».

Las «devoluciones irregulares»

«Es costumbre de la Guardia Civil echar a la gente fuera» asegura uno de los testigos. El informe recoge los testimonios de 9 personas migrantes que declaran haber llegado a la costa española y haber sido objeto de la expulsión, declaraciones que han sido corroboradas por sus compañeros entrevistados. Entre los expulsados los perfiles son muy llamativos:

– Menor camerunés de 16 años.

– Mujer camerunesa acompañada de su marido de la misma nacionalidad.

– Dos hombres de nacionalidad maliense que llegaron a territorio español con la intención de demandar asilo.

– Camerunés que llegó a la playa con impacto de bala según su declaración.

– Hombre de Togo, que llegó a la playa española con herida de consideración.

– Camerunés testigo de la muerte de Oumar Ben Sanda.

– Hombre camerunés, con impactos de pelota en la cara y testigo de la muerte de Lariso Fotio.

– Hombre camerunés que declara que al llegar a la playa recibió impacto de pelotas de goma en la cara

Todos aseguran «haber recibido maltrato y violencia de distinto grado a su llegada a la costa española, por parte de los agentes de la Guardia Civil».

La identidad de 13 de los fallecidos:

– Samba Baya, de Senegal. Desaparecido. Su compañero dice que murió en el agua y que él mismo se ha encargado de contactar con la familia e informarles del fallecimiento.

– Youssouf, de Guinea Conakry. Desaparecido.

– Keita Ibrahim, costamarfileño

– Yves Martin Bilong, camerunés

– Armand Ferdinand Souop Tagne, camerunés de 23 años. Ha sido identificado por su padre y trasladado a su localidad natal para ser enterrado.

– Jeannot Flame, de Camerún

– Oumar Ben Sanda, de Camerún. Un compañero testigo de los hechos asegura que «un señor ha hecho que se desmayase pegándole con una porra, la cara de ese hombre está grabada en mi memoria»

– Blaise Fotchin, camerunés

– Daouda Dakole, camerunés Houssa

– Ousman Kenzo, camerunés Houssa

– Larios Fotio, camerunés. Desaparecido

– Nana Roger Chimi, camerunés. Desaparecido

– Una joven de 15 años sin identificar. Según los testigos, vivía con los cameruneses, pero no era de esa nacionalidad

http://www.cadenaser.com/espana/articulo/informe-denuncia-impactos-pelotazos-cadaveres-tragedia-ceuta/csrcsrpor/20140313csrcsrnac_35/Tes

Cadena Ser


Fuente: Cadena Ser