La policía ha detenido en Barcelona a un hombre acusado de matar a su novia después de que la mujer rechazara su propuesta de matrimonio. Según la policía, Miguel Ángel Wilson, holandés de 59 años, estranguló a Nelly S. M. V., ecuatoriana de 44, en la habitación de un hostal de la Rambla en la noche del pasado domingo y después acudió a la comisaría para confesar el crimen. El supuesto homicida había llegado a Barcelona el mismo domingo. Con los dos casos conocidos ayer, son ya 27 las mujeres muertas por sus parejas o ex parejas en lo que va de año.

La policía ha detenido en Barcelona a un hombre acusado de matar a su novia después de que la mujer rechazara su propuesta de matrimonio. Según la policía, Miguel Ángel Wilson, holandés de 59 años, estranguló a Nelly S. M. V., ecuatoriana de 44, en la habitación de un hostal de la Rambla en la noche del pasado domingo y después acudió a la comisaría para confesar el crimen. El supuesto homicida había llegado a Barcelona el mismo domingo. Con los dos casos conocidos ayer, son ya 27 las mujeres muertas por sus parejas o ex parejas en lo que va de año.

Wilson acudió a las 22.45 del domingo a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía para confesar que había agredido a su pareja, Nelly S.M.V. Según su confesión, había pegado a la mujer durante una discusión motivada por su negativa a casarse con él. Wilson les informó de que la víctima era su novia desde hacía aproximadamente dos años, cuando ambos vivían en Holanda. Nelly se había trasladado en enero a Barcelona, donde trabajaba cuidando a un anciano en su domicilio.

Los agentes, que se acercaron al pequeño hostal ubicado en la Rambla, encontraron el cuerpo de la víctima en ropa interior y tendido sobre la cama de la habitación. El recepcionista del hostal, que entró en la habitación junto a la policía, incluso pensó que la mujer «estaba dormida». Los agentes apreciaron moratones en el cuello de la víctima y los primeros resultados de la autopsia han confirmado que murió estrangulada.

De momento está descartada una pelea previa entre la pareja, ya que no había marcas de golpes anteriores a las del cuello en el cuerpo de la mujer. Tampoco los clientes que en esas horas estaban hospedados en las habitaciones colindantes escucharon ninguna discusión.

El detenido había alquilado a las 12.00 del domingo la habitación 206 del hostal, donde acudió con su pareja. Sólo tenía previsto quedarse un día, según le dijo al recepcionista. La policía sabe que salieron del hostal y volvieron a entrar. Nadie los vio, por lo que se da como seguro que accedieron por la puerta trasera del hostal. El detenido declaró ayer en la Jefatura Superior de Policía de Barcelona donde confirmó su primera versiñon de los hechos y esta mañana pasará a disposición judicial.


Fuente: ADRIÁN FONCILLAS - EL PAÍS