Un español recibe anualmente un 28% menos que el europeo medio de la Unión Europea (UE-25) a través del gasto público dedicado a protección social, que comprende el destinado a pensiones, salud, discapacidad, vivienda, familia, desempleo y exclusión social.

Un español recibe anualmente un 28% menos que el europeo medio de la Unión Europea (UE-25) a través del gasto público dedicado a protección social, que comprende el destinado a pensiones, salud, discapacidad, vivienda, familia, desempleo y exclusión social.

Así consta en el informe «Protección Social en la Unión Europea», que acaba de difundir la Oficina comunitaria de Estadísticas, Eurostat, con los últimos datos disponibles para los 25 países europeos, correspondientes al año 2004. Ese ejercicio, el gasto público en protección social supuso el 27,3% del PIB de la UE-25, con un máximo del 32,9% en Suecia y un mínimo del 12,6% en Letonia.

España, con un 20%, se encuentra por debajo de todos los países de la UE-15 (salvo Irlanda, con un 17%), incluyendo a los dos con un nivel de renta per capita nítidamente inferior al español : Portugal (24,9% dedicado a gasto social) y Grecia (26%). La distancia es todavía mayor frente a países como Bélgica (29,3%), Dinamarca (30,7%), Alemania (29,5%), Francia (31,2%), Italia (26,1%), Austria (29,1%), Holanda (28,5%) o Reino Unido (26,3%).

Por su nivel de gasto social en relación a la riqueza del país, España es más asimilable a estados ex comunistas del Este como Polonia (un 20% del PIB a gasto social), Checoslovaquia (19,6%), o Hungría (20,7%). Todos ellos están situados por encima del pelotón de cola formado, entre otros, por los estados bálticos (Lituania, Letonia y Estonia), cuyo gasto social representa entre el 12,6% y el 13,4% de su PIB.

Pero el informe de Eurostat va más allá de las comparaciones en términos de PIB y coteja lo gastado por cada estado de la UE en términos de Paridad de Poder Adquisitivo (PPS) por habitante, una moneda artificial ideada por los estadísticos para cotejar las verdaderas diferencias entre los bienes y servicios que realmente pueden comprar ciudadanos de diferentes países. De acuerdo con esta metodología, en 2004 el ciudadano europeo medio de la UE-25 recibió en gasto social 6.188 unidades de PPS y el de la UE-15, 7.252. El ciudadano español logró 4.438, un 28% menos que el promedio de la UE-25 y un 38,8% menos que el de la UE-15. Los expertos de Eurostat señalan que las disparidades en los niveles de gasto social entre los países europeos responden a diferentes niveles de riqueza, a la mayor o menor relevancia de sus sistemas de protección social, a la demografía, a las tasas de desempleo y a otros factores sociales, institucionales y económicos. En el conjunto de la UE-25, más del 40% del gasto social va a pensiones, un 27,2% a sanidad, un 7,8% a discapacidad, un 7,5% a ayudas familiares, un 6,3% a desempleo, un 1,9% a vivienda, un 1,4% a combatir la exclusión social, y el resto a rúbricas menores.

Conviene no olvidar que el 90 % del dinero de las arcas públicas del Estado español procede del IRPF y sólo un 10 % lo proporcionan los beneficios empresariales. A día de hoy, según datos de la Agencia Tributaria, 19 millones de españoles cobran menos de 1.000 euros mensuales. A todo esto hay que sumar que, en el Estado español, los asalariados han visto reducido su poder adquisitivo en un 4 % los últimos diez años (datos EPA-MTAS).


La deuda de las familias ya supone el 115% de su renta disponible



Fuente: Fuente : UE