Un deficiente mental condenado a muerte por un asesinato cuando era menor de edad se ha salvado de ser ejecutado después de que un tribunal de Luisiana (sur de Estados Unidos) anulase este jueves su sentencia debido a que los resultados de unas pruebas de ADN han demostrado su inocencia.
El acusado Ryan Matthews, de raza negra y con un coeficiente intelectual de 70, tenía 17 años cuando se produjo el asesinato del comerciante Tommy Vanhoose en 1997. A Matthews le juzgaron en 1999 por este crimen y le condenaron a la pena de muerte.
Sin embargo, en mayo de 2003 el abogado del condenado, Clive Stafford Smith, pidió que se analizara un pasamontañas que supuestamente llevaba puesto el asesino. Los resultados de estas pruebas, confirmadas el pasado miércoles, determinaron que Matthews nunca usó esa prensa.
QUIERE REGRESAR A LA ESCUELA
Smith pidió este jueves la liberación de su cliente y reprochó a los policías que dirigieron la investigación el haber «empujado a testigos blancos a que designaran un falso culpable». «Ryan no comprende bien todo lo que pasa, pero sabe lo suficiente para estar contento», declaró el abogado a la salida de la audiencia en la que se anuló la condena de su cliente. Matthews aseguró tras conocer la noticia que quería «regresar al colegio», según Smith.
El caso de Ryan Matthews fue seguido de cerca por organizaciones en defensa de los derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional, que envió miles de cartas al condenado y a los fiscales a lo largo del año pasado, recordó Smith.