¿Como fue que supieron los obreros de la tragedia de Santa María, en esos tiempos en que apenas contaban con algunos medios básicos de comunicación. Cual fue el instrumento que utilizaron para difundir tan atroz crimen y lograr que no fuera cubierto con el manto del olvido como sucedió con muchas luchas obreras ?. En mi opinión hay 2 elementos que son fundamentales. La escritura obrera y el canto.

¿Como fue que supieron los obreros de la tragedia de Santa María, en esos tiempos en que apenas contaban con algunos medios básicos de comunicación. Cual fue el instrumento que utilizaron para difundir tan atroz crimen y lograr que no fuera cubierto con el manto del olvido como sucedió con muchas luchas obreras ?. En mi opinión hay 2 elementos que son fundamentales. La escritura obrera y el canto.

Un hombre, que dedicó sus mayores esfuerzos a apoyar la causa obrera impresionado por los hechos de 1907, escribe unos sentidos versos, los musicaliza con las notas de un tema de la época y los transforma en un himno obrero vigente hasta hoy día. Un himno que recorrió las oficinas salitreras, llegó a los campos, bajó a las minas de carbón y cobre, fue por todo Chile hasta lo mas austral y saltó las montañas para transformarse en un canto obrero en el mundo entero.

¿Quién no se ha conmovido, llegando incluso hasta las lágrimas, al escuchar el Canto a la Pampa ?. Este poema que en sus inicios es conocido como Canto de Venganza y/ o como Canto a la Huelga, está inspirado en los trágicos hechos de Santa María de Iquique. El objetivo explicito de este poema-canción fue dejar a las futuras generaciones la muestra más clara -imposible de ser re escrita o interpretada según el analista de turno- de las carencias, los sueños, las esperanzas truncadas y la muerte de sus hermanos que «solo querían respuesta a lo pedido, respuesta limpia».

Aunque un poco relegado por la Cantata de Santa María de Iquique, este portentoso poema fue pasando de generación en generación y mantiene su vigencia hasta hoy.

Francisco Pezoa es el autor de los versos del Canto a la Pampa y como el 19 de abril de 2008 se cumplieron 100 años desde que fueran publicados por primera vez, he querido entregar a conocimiento de los trabajadores parte de un modesto trabajo de investigación en el que estoy embarcado.

Costó mucho dar con el autor del Canto a la Pampa, en parte por que mas de una vez es confundido con el poeta Carlos Pezoa Veliz, también por que sobre él y su poema muy poco se había escrito. No obstante la primera señal fue contundente :

«Francisco Luis Pezoa en 1908 escribió el «Canto a la Pampa». Una oración, una letanía que narra lo sucedido. Pero no es un canto resignado. Al contrario «pide castigo». Este canto épico resistió al olvido y sirvió para reactualizar el hecho. El resto lo puso la leyenda». *(www.centroavance.cl)

Una oración, una letanía, un canto no resignado hecho leyenda. Como nació ?.

» Este poema, llamado «Canto de Venganza», pero después popularizado como «Canto a la Pampa», fue un canto de dolor por los sucesos de Iquique del 21 de diciembre de 1907. Fue escrito por Francisco Pezoa y se cantaba con la música de «La Ausencia». *(Nota 4 al articulo «La lixiviación cultural del hombre y el desierto, de Sergio Gonzalez Miranda – Revista Polis 9)

El mismo Sergio Gonzalez nos aporta otros antecedentes e indica donde fue hecha la primera publicación : «El poema de Francisco Pezoa, fue publicado en el diario El Pueblo el 18 de abril de 1908. Llamado Canto de Venganza pero después popularizado como Canto a la Pampa , fue un canto de dolor por los sucesos de Iquique del 21 de diciembre de 1907 *( La creación poética del salitre, Sergio González – Revista de Ciencias Sociales 13/2003, Univ. A. Prat Iquique Chile.)

Está definida la fecha en que fue escrito y donde fue publicado por primera vez el Canto a la Pampa. Era hora de preguntarse ¿quien fue Francisco Pezoa, cuales son sus orígenes, su familia, como se vinculó a la causa de los trabajadores ?

José Santos González Vera, en su libro «Cuando era muchacho» recuerda a una serie de condiscípulos, entre los que menciona a Francisco :

«Pezoa no era un cualquiera. Estudio en la Escuela de los burreros y tuvo de condiscípulos al zapatero Augusto Pinto, al hojalatero Farias , al marroquinero Carlos Lezana. Además el profesor que instruyó a estos jóvenes no era un hombre de partido ni figuraba entre los que aspiran a cambiar el mundo, con lo cual lleno de interrogantes las mentes de sus discípulos , quienes al llegar a la adolescencia se hicieron anarquistas. Augusto Pinto llegó a ser el mejor zapatero santiaguino, además de continuar estudiando un año entero geografía, otro francés, filosofía, sociología y así durante decenios. Lezana leyó mucho, derivó hacia el volteranismo, salvo en asistir a conciertos y exposiciones de pintura con la mayor devoción. Farías, el hojalatero, fue un buen conocedor de la poesía francesa. En las reuniones no aportaba discursos ni indicaciones, pero discurría con gusto sobre Mallarmé o Rimbaud, si a su alcance encontraba a Gómez Rojas o Manuel Rojas»

El autor de uno de los mas hermosos poemas obreros dejaba lentamente de ser un desconocido, había que ir por mas. Donde nació, su relación con los trabajadores, sus ideas políticas, su vida entregada a una causa.

«Francisco Pezoa nació en 1885, en Santiago de Chile. De él se señala que era un hombre muy instruido, de temperamento dócil con quienes compartían sus inquietudes e ideales, siempre llano a ayudar al obrero o al paria desprotegido, y el mas encarnizado y fiero en sus invectivas cuando se enfrentaba ante los poderosos explotadores. Colaboró con la prensa anarquista del norte y centro del país, fue un orador agudo e inteligente, manejaba al revés y al derecho la información en torno a escritores, luchas sociales y huelgas en todo el mundo. Vivió todos los conflictos sociales de la primera década de siglo XX».

Sumido casi en un misterio y por el paso de los años, que intentó procurar un manto de olvido sobre su memoria, Pezoa ha trascendido por aquellos cuartetos del «Canto a la Pampa», texto compuesto sobre la base de la melodía del tema «Ausencia» (dicho tema hablaba sobre amores no correspondidos y se puede escuchar en la voz de Violeta Parra) y que el poeta Pezoa supo infundir en aquella melodía el peso de versos que vindicaban a la clase trabajadora. Dicha composición se hizo conocida en todas las salitreras del norte e inclusive trascendió las fronteras para ser entonada como un himno de la clase trabajadora en todo el continente latinoamericano»*.

«Jorge Peralta H escribió en el Mercurio de Antofagasta, el 2 de Junio de 1984 un articulo titulado » Francisco Pezoa poeta popular», en el que describe al escritor como un hombre regordete, de baja estatura inseparable de su cigarro, además de simpático y que siempre respondió con una sonrisa ante lo bueno o lo malo que el destino solía presentarle».*

«Francisco Pezoa era cigarrero, oficio mal remunerado , intermitente , que tenia solo de bueno el dejar la mente libre. Con el tiempo Pezoa adquirió ejercicio y gusto por la reflexión y junto con ello el habito de la dipsomanía. Ayudó a redactar, por ser letrado, todas las proclamas de obreros y gremios cuando estuvieron en vísperas de huelgas .

«Gran habilidad poseía para enjuiciar los asuntos sociales, acto que llevó a cabo con total maestría en los diario «La Opinión», «La Época» y «El Pacifico», periódico este ultimo que se publicaba en Tacna».

«Pezoa era hijo de una señora muy humilde y tenía un hermano suplementero. Vivió en aquel período en donde la efervescencia social era un bálsamo vivificador para todos aquellos trabajadores que veían en «la idea» un alero para construir la sociedad futura. Su vida de conventillo le dejaba gran tiempo para dedicar a la lectura, fue así como se cultivo en todos los temas que tenían relación con los derechos de la clase trabajadora. Colectivismo, cooperativismo, mutualismo.»*

Manuel Rojas autor de Hijo de Ladrón y un muy buen amigo de Pezoa nos explica como es que el Canto a la Pampa adquirió esa música que lo ha inmortalizado :

En su obra «La oscura Vida radiante», recuerda : «Pancho, utilizando la música de algunas canciones en boga , había escrito letras que calzaban con esa música , letras de espíritu revolucionario , que tuvieron, entre los trabajadores y gente preocupada de asuntos gremiales, sociales o ideológicos, un tremendo éxito, mucho mas grande que las canciones originales, cuyas románticas letras hablaban de amores sencillos y bastante aburridos , de desengaños y olvidos que quizás valía la pena callar»*

De la formación política de Francisco Pezoa, también nos da algunas señales Manuel Rojas. «En su texto «El Folletín» entrega algunas características de este escritor y es, de hecho quizás uno de los que mas se preocupó sobre su personalidad :

«No se como se acercó al movimiento obrero y se hizo socialista , aunque mejor sería decir que se hizo cooperativista, por lo menos teórico. Leyó una enormidad de libros y estudio francés e italiano , llegando a dominar por lo menos el primero de esos idiomas. Daba conferencias sobre cooperativismo y discutía en publico , siempre con gran ecuanimidad sobre todas la teorías sociológicas, y escribía muy bien, teniendo además un gran sentido de lo humorístico».*

«Es por esta razón que el autor de Canto a la Pampa, era invitado a meeting en donde debía pronunciarse para arengar a las masas obreras , fue invitado a sindicatos con el propósito de redactar pliegos de peticiones, los cuales redactó y firmó, estos reivindicaban a los trabajadores, generando así un crisol de esperanzas en aquellos que miraban desde un estrato inferior a sus patrones, dignificando a los proletarios . Pezoa supo infundir y orientar a la clase trabajadora «.

«Es así como lo vemos en las salitreras del norte , escribiendo en periódicos de tendencias libertarias. Sabido es que su filiación anarquista lo mantuvo siempre en un estado de constante oprobio hacia los explotadores que se ocupaban de esquilmar a los obreros» . «Pezoa era un compañero fiel con su camarada trabajador , siempre al lado de aquel obrero que sufrió los avatares infames de quienes fustigaban con su látigo a los parias del pueblo.»*

«De la obra de Francisco Pezoa solo se sabe que escribió un cuadernillo con sus poesías el cual circuló principalmente por la zona norte del país (en este desfilaban, sin meritos, generales , clérigos y burgueses), composiciones todas ellas para ser entonadas con música popular *.

*Apuntes tomados de tientosliterarios.blogspot.com

Aún espero encontrar en algún olvidado archivo el fin de la historia terrenal de Francisco Luis Pezoa, pero eso es solo para dar un adecuado fin a este articulo.

En lo que respecta a su lucha, a su compromiso, a su entrega generosa y a riesgo de ser injustos con su memoria, nos dejó una marca que perdurara por siempre.

SU CANTO A LA PAMPA

Canto a la Pampa, la tierra triste,

réproba tierra de maldición,

que de verdores jamás se viste,

ni en lo más bello de la estación.

En donde el ave nunca gorjea,

en donde nunca la flor creció,

ni del arroyo que serpentea

su cristalino bullir se oyó.

Año tras años por lo salares

del desolado Tamarugal,

lentos cruzando van por millares

los tristes parias del capital.

Sudor amargo su sien brotando,

llanto a sus ojos, sangre a sus pies,

los infelices van acopiando

montones de oro para el burgués.

Hasta que un día, como un lamento

de lo más hondo del corazón,

por las callejas del campamento

vibró un acento de rebelión.

Eran los ayes de muchos pechos,

de muchas iras era el clamor,

la clarinada de los derechos

del pobre pueblo trabajador.

Vamos al puerto – dijeron-, vamos,

con un resuelto y noble ademán,

para pedirles a nuestros amos

otro pedazo, no más de pan.

Y en la misérrima caravana,

al par que el hombre, marchar se ven

la amante esposa, la madre anciana,

y el inocente niño también.

Benditas víctimas que bajaron,

desde la Pampa, llenas de fe,

y a su llegada lo que escucharon

voz de metralla tan sólo fue.

Baldón eterno para las fieras

masacradoras sin compasión,

queden manchadas con sangre obrera

como un estigma de maldición.

Pido venganza por el valiente

que la metralla pulverizó ;

pido venganza por el doliente

huérfano y triste que allí quedó.

Pido venganza por la que vino

de los obreros el pecho a abrir ;

pido venganza por el pampino

que allá en Iquique supo morir


Fuente: MANUEL AHUMADA LILLO, Presidente de CGT MOSICAM