Más de un centenar de pasajeros de un tren que cubría el trayecto Girona-Figueres se han amotinado esta mañana por la actitud racista del revisor del convoy, que sólo ha pedido el billete a un pasajero negro.
Ante los hechos, los viajeros han empezado a silbar y a apoyar al pasajero, Iván Ramos, pediatra de un Centro de Atención Primaria (CAP) de Figueres, que se ha negado a entregar el billete al revisor como protesta por el retraso de más de 20 minutos que llevaban.
Siete minutos parados
Según declaraciones a Catalunya Informació, un testigo presencial ha asegurado que «el revisor ha ido directamente hacia él a pedirle el billete» y lo ha amenazado con parar el tren si no se lo entregaba, aunque Renfe no ha querido confirmar los hechos.
Ante la negativa del pasajero, el revisor ha parado el tren siete minutos en la estación de Flaçà y otros treinta en la de Camallera, esperando la llegada de los Mossos d’Esquadra, aunque finalmente han aparecido en la de Figueres.
Los agentes han comprobado que Iván Ramos llevaba el billete validado y le han dejado ir sin mayores consecuencias.
El pediatra, y el resto de los pasajeros, han llegado a sus destinos con unos cincuenta minutos de retraso, añadidos a los que ya llevaba acumulados el convoy.
Fuente: EFE