Barcelona. (Agencias).- Los Mossos d’Esquadra han desarticulado la cúpula directiva del Círculo de Estudios Indoeuropeos (CEI), una asociación de ideología neonazi que estaba enmascarada como ente cultural sin ánimo de lucro e inscrita así en el registro de asociaciones del Ministerio del Interior.
En libertad el líder de la red y prisión bajo fianza para el dueño de la librería
Barcelona. (Agencias).- Los Mossos d’Esquadra han desarticulado la cúpula directiva del Círculo de Estudios Indoeuropeos (CEI), una asociación de ideología neonazi que estaba enmascarada como ente cultural sin ánimo de lucro e inscrita así en el registro de asociaciones del Ministerio del Interior.
La policía autonómica ha detenido a los tres responsables de la asociación en Catalunya. El juez ha decretado libertad con cargos para Ramón B.F, presidente del Círculo de Estudios Indoeuropeos, y prisión bajo fianza de 3.000 euros para Oscar P.G., delegado de la entidad y dueño de la librería Kalki de Barcelona.
Según han informado fuentes policiales, estos dos detenidos han pasado hoy a disposición judicial acusados de los delitos de asociación ilícita, contra el ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas y contra la comunidad internacional, mientras que un tercer miembro de la delegación catalana del CEI declarará mañana ante el juez.
Oscar G., que ya había sido detenido el año pasado por apología del genocidio tras un registro policial a la librería Kalki, que regentaba en Barcelona, ha pasado a disposición del juzgado de instrucción de Martorell, que se ha inhibido en favor del de Sant Feliu de Llobregat, encargado de la investigación. El juez de Sant Feliu ha decretado libertad con fianza de 3.000 euros para el detenido, que pasará la noche en la comisaría de los Mossos d’Esquadra de L’Hospitalet porque su familia no dispondrá hasta mañana de la cantidad reclamada.
Por su parte, el vecino de Barcelona Ramón B.F., de 56 años, supuesto presidente de la asociación nazi, ha quedado en libertad con cargos por orden del juez de instrucción número 9 de la capital catalana.
El tercer detenido por su vinculación con la organización Círculo de Estudios Indoeuropeos, Carlos C.S., de 35 años y vecino de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), ha pasado a disposición de un juez de instrucción de este municipio, que se ha inhibido a favor del de Sant Feliu que lleva la causa. Por este motivo, el presunto integrante de la delegación catalana de la organización nazi no declarará hasta mañana ante el juez de instrucción de Sant Feliu.
El subjefe de la Comisaría General de Investigación Criminal, el intendente Joan Carles Molinero, explicó que «la investigación al CEI comenzó en septiembre del 2003, después de la intervención policial de la librería Kalki en julio, en la que se detuvo a los propietarios por un delito de apología del genocidio y se incautó una gran cantidad de publicaciones de ideología neonazi». Uno de los propietarios detenidos en la operación de la librería Kalki fue Oscar P.G., detenido también en la operación de hoy.
El CEI tenía una estructura jerarquizada en dos niveles : un círculo externo, compuesto por militantes de base y simpatizantes y un círculo interno o núcleo duro, secreto, llamado ’La Orden’, integrado por un grupo de elite nacionalsocialista y que tenía como fin la resistencia activa contra el sistema, «de forma armada si fuera necesario», como aclaró el intendente Molinero. Esta asociación se había convertido en el máximo referente del neonazismo catalán, y tenía «una gran cantidad de contactos tanto en el Estado como fuera de él».
En la operación también se ha requisado una gran cantidad de material de simbología nazi, como más de un centenar de banderas con esvásticas y cruces celtas, «dos de ellas originales del Berlín de los años treinta», según Molinero, y dagas, cascos, libros y otras publicaciones de exaltación del nacionalsocialismo y la raza aria. «La Orden utilizaba unos uniformes que son un compendio de símbolos nazis y otros propios del CEI para hacer excursiones y otras actividades, aunque por ahora no habían ejercido la violencia», señaló Molinero.