El abogado de la familia de la víctima asegura que el principal acusado fue denunciado en febrero por propinar otra brutal paliza
Pasadas las 13.00 horas han comenzado a declarar en el juzgado de Instrucción número 1 de Roquetas de Mar (Almería) tres de los nueve guardias civiles imputados por la muerte, el pasado 24 de julio, de Juan Martínez Galdeano, a quien el teniente J.M.R propinó una brutal paliza en un cuartel de esa localidad cuando estaba detenido. El Ministerio del Interior ha suspendido tres meses de su cargo al teniente. Según el abogado de la familia de la víctima, el agente fue denunciado en febrero pasado por unos hechos similares aunque sin resultado de muerte.
El abogado de la familia de la víctima asegura que el principal acusado fue denunciado en febrero por propinar otra brutal paliza

Pasadas las 13.00 horas han comenzado a declarar en el juzgado de Instrucción número 1 de Roquetas de Mar (Almería) tres de los nueve guardias civiles imputados por la muerte, el pasado 24 de julio, de Juan Martínez Galdeano, a quien el teniente J.M.R propinó una brutal paliza en un cuartel de esa localidad cuando estaba detenido. El Ministerio del Interior ha suspendido tres meses de su cargo al teniente. Según el abogado de la familia de la víctima, el agente fue denunciado en febrero pasado por unos hechos similares aunque sin resultado de muerte.

El próximo viernes prestarán declaración otros tres imputados, entre ellos J.M.R, y el próximo lunes el resto. El teniente utilizó dos porras, una eléctrica y otra extensible, ninguna de las cuales son reglamentarias, para propinar la mortal paliza al fallecido. Por ello, el Ministerio del Interior ha abierto un expediente disciplinario al agente por los métodos utilizados.

Juan Martínez Galdeano, agricultor de 39 años, casado y con un hijo de 19, fue detenido y trasladado al cuartel tras una discusión sobre un accidente de tráfico en el que presuntamente estuvo implicado. Según la Guardia Civil, el hombre murió a consecuencia de un paro cardiaco. De acuerdo con esta versión, la víctima había estado ingiriendo una droga no especificada desde el día anterior al accidente, y reaccionó de forma violenta contra los agentes en el lugar del siniestro, por lo que fue reducido y detenido ; una vez en el cuartel, volvió a alterarse y terminó muriendo de un paro cardiaco durante un forcejeo con agentes, algunos de los cuales resultaron heridos con mordeduras, fracturas en los dedos y erosiones. La familia de Juan Martínez Galdeano ha interpuesto una denuncia por «lesiones con resultado de muerte» y por el «trato degradante» que recibió la víctima.

Causa de la muerte

La autopsia al cuerpo sin vida de Martínez Galdeano concluye que «la causa inmediata de la muerte es una insuficiencia respiratoria o cardiorrespiratoria aguda -síndrome asfíctico general-«, pero asegura que «existe una relación de causalidad entre el fallecimiento y la situación de detención del sujeto». El informe médico, hecho público por el abogado de la familia, José Ramón Cantalejo, añade que el hombre pudo morir por la presión recibida al ser sujetado de pies y manos con la espalda contra el suelo.

“No se descarta que una inmovilización del sujeto, con las manos y pies fuertemente asidos y traccionados, presionando la espalda contra el suelo y apoyándose encima puedan ser el precipitante final por restricción de movimientos en la caja torácica y anoxia consecuente del cuadro asfíctico observado”, dice el informe, que no obstante precisa que “deben considerarse otras concausas que en mayor o menor medida pueden haber estado presentes”.

Las otras causas que pudieron concurrir en esta muerte están siendo “sometidas a estudio”. Sin embargo, el informe cita un cuadro de lesiones que incluye “numerosos infiltrados hemorrágicos que indican golpes de cierta intensidad”, y añade que en la cara “son evidentes numerosos golpes, apareciendo hematomas externos bien visibles sobre la frente, el pómulo y el ojo derecho”. La autopsia señala también que el fallecido fue sujetado con fuerza por el cuello, aunque sin provocarle asfixia ; fue golpeado en el pecho o la espalda y en la boca ; recibió entre tres o cinco golpes con una porra en el tórax y ocho más en la zona lumbar ; y fue arrastrado por el suelo y lanzado contra el suelo boca abajo.

José Ramón Cantalejo ha señalado que la autopsia da la razón a la familia, y ha calificado de “salvajada” la paliza que recibió la víctima, que, según ha dicho, “estaba atada de pies y manos, tenía atados los tobillos y porrazos hasta en los pies”. Cantalejo ha contado también, en declaraciones a la Cadena SER, que el teniente expedientado había sido objeto de una denuncia anterior. La denuncia fue presentada el pasado 25 de febrero en un juzgado de El Egido por un hombre que acusó al teniente de pegar fuertemente a su hijo mientras estaba detenido.


Fuente: Agencias