El conflicto que mantienen trabajadores y empresa de Transportes Generales Comes se adivina largo si ambas partes no retoman pronto el diálogo y consiguen desbloquear las negociaciones de su convenio colectivo, paralizadas desde hace 14 meses.
Ayer, en puertas de otros dos días de huelga para los próximos sábado y domingo de Carnaval, el comité de empresa acordó por unanimidad un nuevo calendario de movilizaciones que prolongará las protestas hasta la próxima Semana Santa, según explicó a este periódico Antonio Obregón, uno de los miembros de la representación de los trabajadores.
Así, los delegados sindicales de las centrales CGT, CC OO, UGT y un independiente han convocado otras cuatro jornadas de huelga para los días 7, 19, 21 y 23 de marzo, estos tres últimos, Día de la Provincia, Viernes Santo y Domingo de Resurrección.
Además, los trabajadores están llamados a secundar paros parciales los días 22 de febrero, 2 y 14 de marzo, de 6.30 a 9.30 horas y de 18.00 a 21.30 horas. Para el 7 de marzo hay prevista una manifestación por las calles de la capital gaditana en protesta por «la inseguridad que soportan conductores y usuarios a causa de las jornadas excesivas a las que nos obliga la empresa», dijo el mismo portavoz sindical.
En la misma reunión, el comité de empresa convino la redacción de un escrito que remitirán a los delegados de las Consejerías de Empleo y Obras Públicas y Transportes en Cádiz, a los titulares de ambos departamentos en la comunidad autónoma, a la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, al delegado del Gobierno en Andalucía, a los Ayuntamientos de la provincia y a los Consorcios Metropolitanos de Transportes de la Bahía de Cádiz y el Campo de Gibraltar. La lista de destinatarios de esta carta la completan el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, y el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves.
La representación de los trabajadores manifiesta a todos ellos la necesidad de mantener una reunión urgente con los portavoces de la compañía, de que se involucren en la mediación y de que se haga cumplir a la empresa el decreto que regula la jornada laboral en el transporte de viajeros, «con el fin de que se acaben las jornadas maratonianas de hasta 12 y 14 horas de trabajo».
Cada paro de 24 horas cuesta a un trabajador entre 75 y 90 euros y sólo las protestas parciales de diciembre del año pasado les hicieron perder alrededor del 80 por ciento de sus salarios.
Los trabajadores han solicitado una «ayuda alimenticia» a la Fundación Octavio Comes, accionista mayoritaria de Transportes Comes, según dijo el director de la compañía, Julio Álvarez.
Álvarez lamentó la convocatoria de una nueva batería de movilizaciones que «volverá a perjudicar a empresa y usuarios» e insistió ayer en que «es la parte social la que nos tiene que convocar una vez reconsidere sus planteamientos y sitúe sus reivindicaciones económicas en torno al IPC».
La compañía cifró en unos 200.000 euros la cantidad que dejará de ingresar a causa de los cinco días de huelga que se completan el próximo domingo.
Fuente: Juan José Marqués / europasur