Artículo publicado en Rojo y Negro nº 389 mayo.

Las corporaciones españolas, incluidos los grandes grupos del IBEX 35, por sus actividades empresariales, vienen sujetas a tributar a la Hacienda española, la cual utiliza unos tipos legales” que en su valor nominal se encuentran entre el 25% general, a aplicar sobre la base imponible1, y el 30% para los grupos de compañías energéticas y banca.
Estos “tipos” son una mera pantalla, en la cual se refleja su bondad o maldad sobre los ingresos totales (cifra de negocios) de los grupos empresariales en el ejercicio fiscal en curso.
Por ejemplo, en el año fiscal del 2021, las 123 multinacionales que operan en todo el mundo a través de sus 13.700 filiales facturaron casi un billón de euros, exactamente 902.724 millones de euros, un 19% más que en el ejercicio de 2020.
Esto pasaría a constituir su base imponible, pero en ella los tipos malos del 25%/30% no operan, sino que lo hacen, supuestamente, en sus beneficios o pérdidas de ese ejercicio fiscal.
Pues bien, los beneficios obtenidos en el 2021 ascendieron a 98.342 millones de euros, es decir, un 95% más que en el 2020, que tampoco estuvo mal (50.471 millones de euros).
Si estos “tipos malos” actuarán sobre estos beneficios (98.342 millones de euros) e hiciéramos la media entre el 25%/30%, es decir el 27,5%, tendrían que haber ingresado por el Impuesto de Sociedades (IS) a la Hacienda Pública 27.044 millones de euros, entendiendo que cumplen con la regla de justicia social de que “quien más gana, más aporta”…
Pero resulta que lo que realmente ingresaron por el IS en el ejercicio 2021 fue un poco más del cincuenta por ciento de esa cantidad, es decir, ingresaron a la Caja Común 14.168 millones de euros, tan solo un 13% más que el año anterior, cuando sus beneficios crecieron el 95% respecto a ese año.
¿Paradojas? ¿Magia? ¿Trampas, bulos, maledicencia? ¿Imbecilidad de las leyes y los jueces que las debieran aplicar? ¿Truco o trato?
Según la Agencia Tributaria, es decir la vigilante y gestora de que la riqueza que se genera en un país tribute conforme al principio de solidaridad …quien más gana más debe aportar…, dice que el 63% de todos los grupos-corporaciones multinacionales de este país, unos 77 grupos-corporaciones, declaran que abonan el 45% del impuesto de sociedades en todo el mundo, pero que su tipo malo promedio, es decir, quien les cobra y les hace pagar, se situó solamente en el 9%2.
Los trucos que se utilizan para eludir el pago real, conforme al tipo impositivo nominal, son múltiples y algunos de ellos absolutamente deleznables, es lo que la economía política denomina ingeniería fiscal, cuando no es sino el resultado del “trato” que el sistema fiscal español ha llegado con el capital y especialmente con las grandes corporaciones.
Uno de los ejemplos de miserabililidad lo encontramos en el hecho de que estos grandes grupos aprovechan para deducirse de sus resultados contables (las ganancias-beneficios), las supuestas pérdidas acumuladas durante los meses del confinamiento, pues sus negocios no obtuvieron (por falta de ventas) los resultados esperados.
Este es un negocio redondo que les permite reducir su factura fiscal en unos años por delante, siendo las entidades bancarias quienes más lo utilizan, pues les quedan deducciones aún a porrillo por las pérdidas acumuladas del periodo de la gran estafa (gran recesión, la denominan) que abarcó del 2008 al 2012.
Para las personas trabajadoras, quienes soportan más del 75% de todos los ingresos a la Caja Común (Hacienda), bien de forma directa (IRPF y cotizaciones) bien de manera indirecta (el IVA especialmente), el “trato” funciona al revés que para las rentas del capital (en todas sus formas): pagan y pagan en tiempos de “normalidad económica”, en tiempos de crisis económica y en tiempos como ahora de “crecimientos como una moto de la economía» —Pedro dixit—, pues «la alta inflación, aumenta las obligaciones tributarias de las personas trabajadoras, empujándolas a tramos impositivos más altos y erosiona el valor de las desgravaciones tributarias».
Estos “tipos malos” actúan con la absoluta impunidad que les otorga el “trato” miserable que se estructuralizó en el sistema capitalista español, entre quienes poseen no solo los medios de producción y distribución, sino que, además, aquellos medios esenciales para la vida y satisfacción de las necesidades humanas que eran y debieran ser públicos (la energía, las comunicaciones, la salud, la educación, los cuidados, el suelo, la tierra, etc.), que fueron liberalizados y entregados al mercado para mayor gloría de la economía patria de unas minorías.
Las consecuencias de este “trato”: el enriquecimiento vergonzoso de esas minorías; la permisibilidad en el robo y expolio de todos los comunes; el dolo, el fraude legalizado elevado a la categoría de “única verdad”; la ausencia e inexistencia de trabajadores y trabajadoras públicos suficientes de la Salud y la Educación y los Cuidados que impida que tengamos peor salud, educación reaccionaria y autoritaria y las personas mayores convertidas en meras mercancías desechables cuanto antes; la vergüenza de cientos de miles de personas ahogadas material y emocionalmente por no poder acceder a un techo digno, donde desarrollar un futuro; la desviación de miles de millones para la industria armamentística y los grandes grupos corporativos, para que hagan negocio con vidas humanas, territorios, recursos…
Parece que de lo que se trata, especialmente las clases asalariadas, es de romper este “trato”, porque los “tipos malos” siguen y siguen campando a sus anchas, de norte a sur de este a oeste, y, además, a veces jaleados por esas mismas personas que sufren las consecuencias de sus actuaciones miserables.

NOTAS
1 La Base Imponible, es la cantidad de dinero sobre la que se pagan los impuestos.
2 26 grandes grupos con una facturación de 245.981 millones de euros y unos beneficios de 25.494 millones de euros tributaron por debajo del 5%, situándose la media de éstos en el 2,91% y solamente ingresaron a la Hacienda Pública 734 millones de euros. Otras 16 grandes corporaciones obtuvieron 12.544 millones de euros de beneficios y abonaron por el IS 944 millones de euros, situándose el tipo efectivo en el 7,52%.

Desiderio Martín Corral
Gabinete de Estudios Confederal de la CGT

 


Fuente: Rojo y Negro