“¡Otro Tinto de Verano, por favor !” Desde 2003, organizaciones como la Confederación General del Trabajo (CGT), Ecologistas en Acción (EeA) o la Coordinadora de Iniciativas contra el Paro, la Pobreza y la Exclusión Social Baladre saludan la temporada estival con esta máxima, tantas veces escuchada en los festejos populares.
Óscar Chaves (Redacción) – Foto : José Alfonso. –
Sábado 4 de septiembre de 2010. – Diagonal Número 132 : http://www.diagonalperiodico.net/Reflexiones-colectivas-lejos-del.html
En el marco del activismo social, la refrescante bebida sirve para denominar un sugerente encuentro que comienza a adquirir solera. La “escuela autogestionada de verano de los movimientos sociales” Tinto de Verano, tras celebrarse el año pasado en la localidad pacense de Ribera del Fresno, epicentro de la lucha contra la refinería de petróleo proyectada en Tierra de Barros, regresó al pueblo recuperado de Ruesta, el histórico enclave del prepirineo aragonés, que desde 1988 gestiona la CGT [ver recuadro].
Más allá de las propuestas de la comisión organizadora, los participantes decidieron en asamblea qué temas y cómo quieren abordarlos, así como los tiempos que se destinarán a la formación, el intercambio, el juego y la fiesta, junto al reparto de las tareas logísticas y de mantenimiento del espacio. “En otras ediciones, cuando estaba más activa la campaña ‘UE, ¿para qué ?’, se intentó que el Tinto definiera un calendario anual, pero esta vez y en general no nos marcamos llegar a acuerdos concretos”, aclara Paloma Monleón, secretaria de Acción Social de CGT, una de las organizadoras de este año, que ha tenido como leitmotiv la autogestión.
El Tinto del año pasado, a iniciativa de EeA, se centró en la “crisis económica” pero los anteriores ni siquiera tuvieron un tema como hilo conductor. Este cambio supone para Monleón un avance interesante, opinión que comparte Manolo Sáez, de Baladre, aunque reconoce que “la autogestión, muy presente en las alternativas que construimos, da para mucho más que lo visto en estos cuatro días. Pero ha sido muy interesante aclarar muchos tópicos que rodean la cuestión” sostiene.
Séptima añada del Tinto
“El Tinto de Verano nació como un encuentro que une lo lúdico con lo formativo y reflexivo y persigue estimular el conocimiento e intercambio entre gente de diferentes organizaciones en un marco informal que puede propiciar espacios formales el resto del año”, indica Nacho Murgui, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), quien, a través de su comisión de Jóvenes, puso en marcha el primer Tinto de Verano en 2003 junto a Baladre, EeA y CGT. La FRAVM abandonó la organización del evento en 2006, año en que pierde fuelle la citada comisión, pasando el relevo a otros colectivos como el Movimiento de Objeción de Conciencia o la Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa, hoy plataforma Quién Debe a Quién. Uno de los rasgos más notables del Tinto pasa precisamente por reunir en un mismo foro y en un marco de enorme confianza y complicidad a exponentes muy diversos de la izquierda política y sindical con aquellos del activismo social. En este contexto hay que resaltar la participación en el Tinto 2010 de la salmantina Asociación Desarrollo Comunitario del barrio de Buenos Aires, que trabaja con personas en riesgo de exclusión.
EeA, por su parte, que hasta el año pasado había formado parte del grupo organizador edición tras edición, ha optado este verano por mantenerse al margen después del desgaste de las movilizaciones anticapitalistas del semestre de presidencia española de la UE. Este hecho ha coincidido con “mucha más implicación de militantes de CGT que en otras ocasiones, sobre todo de jóvenes”, afirma Monleón.
¿Más espacio para formación ?
Pero la enorme heterogeneidad del Tinto, que este año, como el anterior, ha reunido a unos 120 activistas de colectivos sindicales, conservacionistas, antimilitaristas, vecinales, internacionalistas y ecologistas, entre otros, tiene su contrapunto : la puesta en juego de experiencias y niveles muy dispares hace que algunos participantes no sientan satisfechas sus expectativas en materia de formación. Para mitigar este hecho, Manolo Sáez sugiere “como posibilidad para el futuro que se habilite un espacio donde 20 ó 30 personas puedan estudiar y discutir de manera más profunda ciertos temas, con un programa específico, a modo de auténtica universidad de verano”. Aun así, considera esencial la creación de espacios que, como el Tinto, “sirven para aumentar la complicidad y la confianza entre las activistas”, lo que, tal y como sucede desde hace años entre CGT, Baladre, Quién Debe a Quién y EeA, sirve luego para mejorar las relaciones entre las organizaciones y posibilita la puesta en marcha de proyectos comunes.
RUESTA, UN “EJEMPLO DE METAMORFOSIS”
Resulta difícil hallar un entorno tan idóneo para la discusión sin prisas y el encuentro entre subjetividades diversas. A las faldas de los Pirineos, a caballo entre las comarcas zaragozanas de las Cinco Villas y la Jacetania, sus casas de piedra, su castillo, el modesto río Regal y el pantano donde vierte sus aguas, su exuberante naturaleza, todo en Ruesta invita a la calma. Pueblo de pasado musulmán, su historia reciente siempre ha estado ligada al embalse de Yesa y al Camino de Santiago, que lo atraviesa en su vertiente denominada “camino francés”. En 1993 la UNESCO declara los bienes de interés cultural (el propio itinerario, así como los inmuebles históricos, puentes, etc. que lo dan forma) del Camino de Santiago “patrimonio de la humanidad”, dotando al conjunto de Ruesta de una especial protección que tiene como contrapartida unas normas de conservación y rehabilitación muy estrictas y costosas. A pesar de este hecho y de sus limitados recursos, la CGT, sin apenas ayudas públicas y gracias a las donaciones y al trabajo voluntario de sus afiliados, ha conseguido recuperar la parte más notable del conjunto de Ruesta, dando vida a un albergue y a la Casa de Cultura Ramón Acín, espacio que acoge desde el año 2000 todo tipo de actos y encuentros de contenido social y sindical.
La Ruesta primigenia fenece en 1965 : la inundación por las aguas de Yesa de sus terrenos de huerta provoca ese año el abandono de sus 368 habitantes, al igual que sucede en otras localidades como Morillo de Tou o Ligüerre de Cinca. Veinte años después, la Confederación Hidrográfica del Ebro inicia una política de cesión de pueblos abandonados a organizaciones sindicales, otorgando este último a UGT, Morillo a CC OO y Ruesta a CGT.
Cuando asume la gestión del enclave, en 1988, la central anarcosindicalista pone en marcha un camping, que además de dar servicio a los visitantes sirve de plataforma para la recuperación urbanística de la histórica aldea. Desde entonces, Ruesta ha sido escenario regular de acampadas y reuniones sindicales y libertarias, así como de jornadas de confluencia de los movimientos sociales del Estado español y de fuera, como el II Encuentro Intercontinental por la Humanidad y Contra el Neoliberalismo, que tuvo lugar en 1997. Por ende, se ha convertido en un atractivo ‘centro vacacional’ que ofrece numerosas actividades relacionadas con el deporte y la naturaleza. Según la CGT, “Ruesta debe ser un ejemplo de metamorfosis, donde confluyan aspectos socio-humanísticos y ecotécnicos, con el objetivo de revitalizar el núcleo abandonado, transformándose en una eco-aldea, (…) en un espacio social creativo, autoregulado, sostenible, de intercambio cultural y turismo en la naturaleza, donde distinguir valores de corte humanista, todos sintetizables en la idea de lo libertario”.
Un lugar que, tras años de relativa calma, aparece hoy amenazado por el proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa y por intereses especulativos y empresariales, que tras décadas de abandono ven en estas comarcas un atractivo foco de explotación turística. Para combatir la amenaza de la ampliación del pantano, cuya declaración de impacto ambiental ha sido aprobada recientemente, unas 250 personas se manifestaron el 22 de agosto cortando las carreteras N-240, que une Jaca con Pamplona y la A-1601, que enlaza Sos del Rey Católico con Artieda.
Más preguntas que respuestas
Tanto la crisis y la actual ofensiva del capital contra la clase trabajadora, como las posibles respuestas de ésta, entre las que se encuentra la huelga general del 29-S, estuvieron en boca de los participantes del Tinto. Tal y como señala Paloma Monleón, en un taller sobre economía social, cooperativismo y alternativas económicas, Baladre planteo que cuando empezó la crisis “mucha gente pensó que esto iba a ser una posibilidad de movilización, que iban a florecer por doquier proyectos de economía social, intentos de apoyo mutuo barriales, comedores populares, etc. Pero vemos que la crisis es cada vez mayor, que las situaciones son personalmente trágicas y que sin embargo no hay nada de esto. En el Tinto se plantearon sobre todo preguntas, pero tenemos muy pocas respuestas. Una de ellas, sin duda, trabajar fuerte para que el paro del 29-S sea un éxito” remacha la sindicalista.
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