Artículo de opinión de Rafael Cid
Tras pensarlo un minuto no ha encontrado un título mejor para resumir la perplejidad que algunas noticias, tanto a nivel nacional como internacional, deben producir en el observador que se obstina en analizar la realidad bajo el prisma del sentido común y la coherencia intelectual. Vamos allá.
Tras pensarlo un minuto no ha encontrado un título mejor para resumir la perplejidad que algunas noticias, tanto a nivel nacional como internacional, deben producir en el observador que se obstina en analizar la realidad bajo el prisma del sentido común y la coherencia intelectual. Vamos allá.
Acto primero. El gobierno se apresta a rescatar a las autopistas radiales quebradas, para lo que tendrá que entregar alrededor de 3.400 millones de euros a las empresas concesionarias en virtud de la cláusula de Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA). Otro clásico de socializar las pérdidas y privatizar las ganancias. No se rescata a las personas, se las humilla y castiga con ajustes y recortes, pero si a los bancos y a las grandes constructoras. Que en realidad es un segundo rescate a la banca, puesto que es quien tiene su pasivo en prenda por los multimillonarios préstamos concedidos. Está en la lógica (suicida) de que el grande nunca cae porque, como estamos en una sociedad de piramidad, de arriba abajo, su desplome lo sufriría la base. El expolio será por nuestro propio bien. De aquellos vientos proceden estos lodos. David Taguas, el asesor económico de Rodríguez Zapatero en Moncloa, su ministro de Economía en la sombra, cuando dejo el cargo pasó a ocupar el puesto de presidente de SEOPAN, la patronal de obras públicas ahora beneficiada por el rescate.
Acto segundo. A propuesta del PSOE, el parlamento acaba de aprobar una proposición no de ley para derogar la reforma laboral de Rajoy. Ha contado con el apoyo de Podemos, mientras Ciudadanos se ha abstenido. Aunque de incierta eficacia jurídica, es un éxito político-mediático para Ferraz. Pero también una contradicción en sus términos, tipo en casa del herrero cuchillo de palo. Porque la iniciativa ha provenido precisamente del partido que primero aplicó la contrarreforma laboral (20 días de indemnización, despido objetivo por causas económicas y tal, etc.), y de esa traca nadie acusa paternidad. De ahí que más parezca otra operación cosmética más del mete-saca que se traen la gestora socialista y Moncloa a fin de coronar como leal oposición al tándem del asturiano Fernández y la andaluza Díaz. Y así marginar a Podemos (como con el sorpasso del salario mínimo), para luego dar el “sí quiero” al techo de gasto y, si cuela, a los presupuestos sin que se note demasiado la fechoría.
Acto tercero. Aznar tilda de “tibio y acomplejado” al gobierno de Rajoy por su actitud ante el contencioso catalán. Todos los periódicos lo destacan aparentando querer dar un plus de credibilidad al oficiante del “Trío de las Azores”. Seguramente porque el reproche que ha hecho público el ex presidente a través de FAES, su think tank ultranacionalista de cabecera, va en la dirección de pedir mano dura inmisericorde con independentistas y soberanistas. Consideran que la nueva política de diálogo y mano tendida, que dijo Méndez de Vigo al estrenarse como portavoz del consejo de ministros, es una claudicación intolerable. Una manera arriesgada de retomar el “váyase, señor Rajoy” utilizando al Aznar más desairado como bandera de conveniencia. Aunque no se dan cuenta que la escena pinta a un Partido Popular rajoyista cada vez más alejado de los halcones que emigraron a Vox y FAES. ¿Será por esto que el PP sigue ganando elecciones en ritmo creciente de apoyo electoral?
Acto Cuarto. La guerra del maltrato de retratos reales. Un estigma que sin duda hará reír fuera de Celtiberia. Penalizar, criminalizar, judicializar, demonizar a ciudadanos por el simple hecho de romper una cartulina con el retrato del Rey, nos retrotrae a la inquisición o al tebeo. Como en una de esas teocracias que fulminan a quien ose caricaturizar a su sumo pontífice. Desde Salman Rushdie a Charlie Hebdo, pasando por las ruinas de Palmira. Y no hay intelectual, académico, columnista o todólogo que se desmarque del coro de ranas para proclamar la supina estupidez, el esperpento, de la norma. Y es que en España lo que no es tradición es plagio (ergo traducción). Claro que lo peor es cuando la cantinflada de turno viene bendecida por la sedicente izquierda. La reforma 10/1995 del Código Penal (art. 490,3 y 491,1 y 2) que entronizó esta mamarrachada fue obra del ministro de Justicia e Interior socialista Juan Alberto Belloch. El mismo ex juez que ascendió a general de brigada a Enrique Rodríguez Galindo, el jefe del cuartel de Intxaurrondo condenado a 71 años de cárcel por el secuestro tortura y asesinato de Lasa y Zabala. “Hazañas bélicas” recién teatralizadas por T5 en un serie de dos episodios realizado sobre un guion basado en la novela “El padre de Caín” de Rafael Vera, antiguo secretario de Estado de Interior también condenado por terrorismo y robo de Estado.
Acto quinto y colofón. Italia ya tiene gobierno. Fotocopia del que junto a Matteo Renzi, su último primer ministro, fue derrotado en el referéndum para la reforma electoral exprés. Su líder, Paolo Gentiloni, será el cuarto mandatario desde 2008 entronizado por la providencia divina. Nadie le ha votado, nadie le ha querido, pero ha venido y todo el mundo sabe cómo ha sido. Puertas giratorias de 360º, porque ha saltado Renzi, tras aprobar los presupuestos, pero el renzismo pervive. Solo se han producido cinco cambios de un total de 18 carteras ministeriales que secundaron al secretario general del PD en su castañazo en las urnas. Los leídos lo llaman política de la posverdad, pero en realidad es una fenomenal sinvergonzada.
Como el gobierno de millonarios, los de arriba, de un Donald Trump que ha sido aupado al poder por las clases trabajadoras golpeadas por la crisis, la América profunda, los de abajo. Plutocracia que además milita al club en el de fans de Vladimir Putin. El nuevo secretario de Estado EEUU, Rex Tillerson, ex capo máximo de la multinacional ExxonMobil, fue condecorado por el autócrata homófobo del Kremlin con la Orden dela Amistad, y se opone a las sanciones por la anexión militar de Crimea. La petrolera Exxon fletó el buque Exxon Valdez que en 1989 vertió 37.000 toneladas de crudo en el mar de Alaska, originando la mayor catástrofe ecológica conocida. Por no hablar de la doble moral de la señora Christine Lagarde, directora gerente del FMI, que por un lado pide a España aumentar el IVA y revisar el gasto en Educación y Sanidad, y por otro alega ignorancia ante los jueces que investigan la subvención 403 millones de euros dada a un empresario amigo cuando era ministra de Economía en el gobierno Sarkozy.
Rafael Cid
Fuente: Rafael Cid